Confiando en Dios
Salmo 118:9
Es mejor confiar en el Señor que confiar
en gente poderosa.
Confiar en Dios hace
una gran diferencia en nuestra vida. No es un misterio ni tampoco un toque de
magia, pero Dios siempre tiene una respuesta para nuestras preguntas e
inquietudes, y nos va mostrando el camino, aun cuando estamos en un
ambiente hostil o cuando pasamos por muchas pruebas. Siempre podemos confiar en
Dios, porque él es fiel en sus promesas y tiene el gran placer de ayudarnos.
Somos
invitados por Dios a través de Su palabra a confiar en Él. Aunque en el mundo
se estile el poner la confianza en las riquezas, en personas que tienen un
rango o posición relevante, en los talentos, en los negocios, etc., siempre
será mucho mejor poner nuestra confianza en Aquel que tiene el control y
dominio de todas las cosas. Confiar en el Señor, es estar seguros de que él
siempre nos guiará por sus sendas de justicia, que el bien y la misericordia
nos seguirán todos los días, que su
Palabra nos alumbrará para que nuestros pies no tropiecen, que nuestras vidas
hallaran reposo y refugio permanente.
Un día estaba
caminando Juan Wesley con un hombre muy preocupado, que casi parecía dudar de
la bondad de Dios.
- No sé qué haré con todos estos
afanes y temores – dijo.
En ese
momento Wesley notó una vaca que les miraba por encima de un muro de piedra.
- ¿Sabe usted por qué esa vaca
mira por encima del muro? – preguntó Wesley.
- No – respondió su compañero,
perturbado.
- Se lo diré. Es porque no puede
ver a través de él.
Eso es lo que hay que hacer con el “muro” de
los temores. Miren más alto, por encima de él. La fe nos ayuda a mirar más
allá, por encima de las dificultades, al Señor quien es nuestra ayuda.
Confiar en Dios es la oportunidad para
poder mirar por encima de nuestras circunstancias, problemas o dificultades. Sumirnos
en el pantano de las cosas que nos agobian, tarde o temprano nos llevará al
desánimo, al desaliento y a la depresión.
Confiar en Dios es estar seguros de que
Él es nuestro Castillo Fuerte, nuestra defensa y nuestro escudo.
Confiar en él, es tener la convicción
de que nos librará de todo trance agudo. Aún cuando estén demonios mil prontos
a devorarnos, no temeremos, porque Dios vendrá a defendernos. El enemigo busca
que nuestra confianza en Dios flaquee, pues de esa manera, podrá causar ciertos estragos que tratarán de
derribarnos.
Podrá mostrar Satanás su vigor y furor en contra de
los cristianos, màs dañarnos no podrá, pues derrotado es por el Poder de
nuestro Dios, Si tu débil fe flaqueare, Él te sostendrá. Si el mal te amenaza,
él te sostendrá. El te sostendrá, él te sostendrá…confía solo en Él…Dios te
sostendrá, porque él te ama.
CONCLUSIONES
La debilidad y limitación humanas son
compatibles con el amor perfecto de Dios, siempre y cuando uno adquiera
humildad y aprenda a poner toda su confianza en la gracia de Dios
Nuestras oraciones han de ser hechas
con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos
lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente.
Es necesario que a la desconfianza
propia añadas una entera confianza en Dios, que es el autor de todo nuestro
bien, y de quien solamente debemos esperar la victoria.
Todo lo que hemos visto nos hace
confiar en Dios por todo lo que no hemos visto.
REFLEXION
1. Confiar en Dios es mirar por encima de los muros de
piedra que pueden ser nuestros agobios, problemas o circunstancias, ¿se te dificulta mirar por encima de todo
ello?
2. Estar en las manos de Dios nos da seguridad, pues él
sabrá siempre ayudarnos y protegernos, ¿atraviesas por
temores por no poner en la manos de Dios tu vida?
3. Nunca desmayes ante el afán y el temor, Dios cuida de
ti, sus fuertes alas te cubrirán…el Señor cuidará de ti, ¿puedes hacer tuya esta promesa de Dios para tu vida?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
Invitaciones a conferencias y seminarios
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