Somos deseables para Dios
Salmo 139:13
Yo te
hice en el vientre de tu madre. Cada órgano lo diseñe con mis manos. Tuve
cuidado en hacerte porque desde antes de la creación, ya te había pensado
Un día le dijo Dios a Jeremías: Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que
nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones1. Resulta hermoso
pensar que Dios ya había pensado en
nosotros desde antes de que fueramos formados en el vientre de nuestra madre.
Me imagino al Señor sentado frente a un gran jardín y teniendo en sus manos un
cuadro con pinceles ideando la figura de quien más tarde iba a ser yo. Tu y yo
estuvimos en el pensamiento de Dios al momento de crearnos. Él sabía no solo
mis facciones, sino tambien mis sentimientos, voluntades, deseos. Me formó para
consagrarme. Me hizo porque me anhelaba. No tuvo problemas en desarrollarme en
el vientre de mi mamá porque fui desde pequeño un ser con propósito. Vine al
mundo porque Él quizo, no fui poroducto de la casualidad o de un descuido por
parte de mis padres. Fui formado a imagen y semejanza del que me creó. No solo
me hizo, puso tambien en mi su esencia de amor, de sus sentimientos y de su
eternidad.
Me eligió antes de que le dijera que sí, me llamó por mi nombre y me
compró con su sangre y así me hizo deseable para Él. No sé que vió en mí para
amarme de esta manera, para dedicarme momentos especiales desde que me planeó.
No entiendo la magnitud de su gran amor, ni he comprendido la inmensidad de su
gracia con la que me ha cobijado desde que nací y hasta ahora en día. Y no es
mi intención descubrirlo, solo pretendo que día con día siga siendo envuelto
por aquello que solo puede recibir alguien que es especial para Él…su amor.
Solo quiero entrar y permanecer en sus cámaras de amor, para respirar de su
aroma y ser inspirado por su tierna mirada, conmoverme por su dulce voz que me
dice a cada instante que le soy especial y que esta orgulloso de quien soy.
Exclamar un susurro si Él me lo permite para tan solo decirle que yo también le
amo con todo mis ser.
Sabes, al igual que yo, tu eres también
muy especial para Dios. Eres anhelado y buscado por Él cada día. Siempre busca el momento preciso
para encontrarse contigo e invitarte a su habitación para tener comunión en Su
Presencia. Algo que me impresiona de nuestro Dios, es de que nos anhela más de
lo que nosotros podemos llegar a anhelarlo a Él. Solo necesitas quedarte quieto
dentro de su corazón y dejar que su Gracia te envuelva para ser llenado de su
esencia que transformará todo tu ser. Si
él tuvo cuidado para crearnos, seguirá teniéndolo en el presente y hasta la
eternidad. Que lindo es escuchar la voz
del Amado diciéndote; Yo te conocí desde que estabas en el vientre de tu madre,
yo te conocí desde antes de que nacieras. Yo he caminado desde siempre a tu
lado, he contado cada paso que has dado. Yo conozco cada una de tus heridas y
también cada una de tus alegrías. Te
conozco porque yo te diseñé y te formé. Te he dado nombre y mi siervo eres tu.
No te dejaré ni te desampararé, siempre te cuidaré con la diestra de mi
justicia y debajo de mis alas estarás seguro. Con amor eterno te he amado!!!
CONCLUSIONES
No eres más porque te alaben, ni menos porque te
critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más
Dios es la evidencia invisible que en su misericordia
nos brinda la oportunidad no solo de existir, sino tambien la de tener
propósito para vivir.
No somos producto de la casualidad, ni desendemos de
ningún animal: somos la obra perfecta de un Dios perfecto y nada más.
Si Dios es quien me formó, entonces mi identidad viene
de Él, por lo tanto, soy lo que Dios dice que soy, tengo lo que Dios dice que
tengo, hago lo que Dios dice que puedo hacer.
REFLEXION
1. La
Palabra nos declara algo sumamente poderoso: Yo te hice en el vientre de tu madre. Cada órgano lo diseñe con mis
manos, ¿te consideras como un ser que fue creado por Dios mismo o
tiendes a creer ser parte de una evolución?
2. Dios
es quien nos formó y esta declaración no tiene tela de duda, nuestra identidad
está en Él, ¿sabes quien eres en Dios? ¿batallas con tu
identidad por no estar vinculado con la Palabra de Él?
3. Dios
nos formó con propósito y para consagrarnos a Él, ¿sabes
cuál es el propósito del Señor en tu vida? ¿vives consagrado para servirle a
Él?
4.
Tu y yo somos especiales para Dios, pues
no solo nos formó, también somos amados y deseados por Él cada día, ¿día a día aceptas su invitación para encontrarte con Él
en su habitación? ¿Lo anhelas tanto como Él te anhela?
1Jeremías 1:5
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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