El propósito del corazón


Daniel 1:8
Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

En el capítulo uno de Daniel, se observa como él y los tres jóvenes hebreos, a pesar de ser llevados cautivos, fueron escogidos a fin de que fueran enseñados en las letras y la lengua de los Caldeos. (Dn 1.4).
La Biblia dice que Daniel propuso en su corazón no contaminarse, pues su vida tenía un propósito bien definido delante de Dios, este es un hermoso Principio de Reino, que en nuestros días también puede y debiese operar en las vidas de los que decimos conocer a Dios.
Los judíos no debían comer determinados alimentos por causa de su Ley, pero también por causa de su salud. Cierto que ahora vivimos en la Gracia y que en cuanto a la alimentación la palabra de Dios dice: Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias;  porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.(1 Tm 4:4,5)
Este texto no debe provocar en nosotros un desinterés en el cuidado de nuestra sana alimentación. El contaminarnos con alimentos altos en grasas, embutidos, chatarras, demasiada carne y bebidas altas en azucares, pueden provocar enfermedades severas y sobre peso.
La Palabra declara que después de un tiempo, Daniel y sus amigos fueron hallados diez veces mejor que los demás que bebían y se alimentaban con lo que les ofrecía el rey. Saber cuidar nuestra alimentación, hará que también nosotros seamos hallados mucho mejor que los que no se preocupan por alimentarse de manera adecuada.
Yo agregaría a una balanceada alimentación y a beber por lo menos dos litros de agua diariamente, hacer ejercicio dos días a la semana. Basta con caminar o trotar de 30 a 50 minutos. Salir a pasear en bicicleta, ir al Gym, practicar un deporte de manera regular.
Yo aprendo de Daniel, que fue un hombre que supo prevenir y no esperar a remediar. La gente no le gusta hacer lo anterior como medida de tener una vida mejor. Muchos esperan a que la enfermedad les llegue para tratar de cambiar sus hábitos alimenticios y de hacer ejercicio.
Es grato que la gente que te conoce te diga: te veo delgado, pero te ves bien. Tu por dentro dices, huauu, se nota que estoy comiendo sanamente, que evito los refrescos y las grasas y que mis tiempos de hacer ejercicio tres veces por semana dan resultado. No dejes tu salud en manos de la casualidad o del descuido. Si tu no cuidas tu cuerpo, nadie más lo hará por ti.
Todo nace en el corazón, Daniel propuso en su corazón no contaminarse. Cuando tu y yo propongamos en nuestro corazón las razones suficientes para mantener un cuerpo sano, entonces, estaremos dispuestos a hacer lo conveniente para lograrlo.
Tener un enlace a la perfección entre nuestra  voluntad y el corazón, hará que tengas las fuerzas suficientes para no ingerir aquello que te puede hacer daño o subir de peso. Daniel decidió no contaminarse con aquello que les ofrecía el rey por dos causas: su ley y su salud.
Estas dos causas son suficientes para mantenernos 10 veces mejor que aquellos que las pasan por alto. Un cuerpo sano es la evidencia de conocer la Palabra y de saber cuidar la alimentación.

            CONCLUSIONES
Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, por lo tanto, debe de ser cuidado a la par que la parte espiritual.

Ante tanta enfermedad que se ha desatado en nuestros días, debemos de prestar más atención al cuidado de nuestro cuerpo.

Israel es una nación longeva y con un índice muy bajo en cuanto al sobre peso de sus habitantes,  esto denota que siguen arraigados a la instrucción bíblica y a su interés por mantener una buena salud.

En el campo de la salud, en Israel la esperanza de vida al nacer es de casi 82 años, dos años más que el promedio de la OCDE de 80 años. La esperanza de vida para las mujeres se sitúa en los 84 años, en comparación con 80 años para los hombres.

¿Sabías? El sobrepeso y la obesidad se han triplicado en México. Nuestro país ocupa actualmente el primer lugar en obesidad a nivel mundial. ¿no creen que es tiempo de empezar a cambiar estas estadísticas que nos ponen de mal ejemplo?

           


REFLEXION
1.     El decidir en su corazón no contaminarse con los alimentos que ofrecía el rey, Daniel obtuvo grandes beneficios, ¿cómo describirías el proceso de tu alimentación y el hacer ejercicio en beneficio de tu cuerpo?
2.     Las estadísticas no hablan muy bien acerca de la alimentación que tenemos como mexicanos, ¿cómo marcas la diferencia para no estar en los estándares que tienen tus conciudadanos y cómo los ayudarías a cambiar su hábito alimenticio y de hacer deporte?
3.     Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse, en este día ¿cuál será tu desafío para mejorar el cuidado de tu cuerpo como templo del Espíritu Santo?

11 Timoteo 4:4-5

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   Pastor Oscar
   Correo: oscarhp07@hotmail.com
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