Estar...para que estén
Romanos 1:11-13
Tengo
muchos deseos de ir a verlos y darles ayuda espiritual. Así su confianza en
Dios será permanente, y podremos ayudarnos unos a otros, gracias a la fuerza de
esa confianza que tenemos en Dios
A veces uno piensa que jamás vas a necesitar del favor
de alguien más. Puedes observar la necesidad de otros y tu ser insensible ante
tal situación. Y cuando menciono necesidad, no me refiero a la parte material o
económica, puntualizó en aquellos simples detalles de acompañar a tu amigo
cuando está en un hospital, cuando ha tenido un accidente, cuando está pasando
por depresión, cuando murió uno de sus familiares, cuando está atravesando por
un grave problema, etc.
He aprendido
que la vida es como la rueda de la fortuna, a veces te toca estar arriba en
donde sientes que todo marcha sobre ruedas; pero habrá ocasiones en donde te
toque estar en la parte baja y sientas que te hundes en las circunstancias en
que te encuentras. Las alturas regularmente suelen invadirte de
insensibilidades. Mientras que las situaciones adversas te sensibilizan y te
hacen reflexionar acerca de lo insensible que fuiste cuando estuviste en la
parte alta.
Te comparto una
fábula que sin duda alguna te hará reflexionar aún más sobre la importancia de
dar apoyo moral a la gente cercana a ti…disfrútala:
El león y el
ratón.
Después
de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol. Cuando
se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera
y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más travieso tuvo la
ocurrencia de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo
despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al
ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:
-¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a
comerte para que aprendáis la lección!-
El ratón, que estaba
tan asustado que no podía moverse, le dijo temblando:
- Por favor no me
mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré eternamente
agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me necesites
- ¡Ja, ja, ja! – Se
rió el león mirándole - Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma va a ayudarme? ¡No me hagas reír!
Pero el ratón insistió
una y otra vez, hasta que el león, conmovido por su tamaño y su valentía, le
dejó marchar.
Unos
días después, mientras el ratón paseaba por el bosque, oyó unos terribles
rugidos que hacían temblar las hojas de los árboles.
Rápidamente corrió
hacia lugar de donde provenía el sonido, y se encontró allí al león, que había
quedado atrapado en una robusta red. El ratón, decidido a pagar su deuda, le
dijo:
- No te preocupes, yo
te salvaré.
Y el león, sin
pensarlo le contestó:
- Pero cómo, si eres
tan pequeño para tanto esfuerzo.
El ratón empezó
entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el león, y el león
pudo salvarse. El ratón le dijo:
- Días atrás, te
burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora
es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
El león no tuvo
palabras para agradecer al pequeño ratón. Desde este día, los dos fueron amigos
para siempre.
CONCLUSIONES
El ratoncito nos enseña algo relevante para nuestras
vidas: estar en los momentos difíciles de nuestros amigos y aún de aquellos que
no los son, pero que nos puedan necesitar.
También nos mostró hacer el bien, sin mirar a quien.
Y debemos hacerlo mayormente a los de
nuestra casa, a nuestros líderes y pastores, a nuestros discípulos y a quien
tengamos la oportunidad de mostrar nuestra sensibilidad y comprensión.
Cuando estás en la parte baja de la
rueda: una visita, una palabra, un detalle, un mensaje, una oración, etc.,
serán fundamentales para dar ánimo a quien lo necesite.
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REFLEXION
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1.
Ser como
el ratoncito nos deja en claro que uno siempre debe de estar dispuesto a
brindar nuestra ayuda y compañía a la gente que este ubicada en la parte baja
de la rueda de la fortuna, ¿cómo consideras
que ha sido tu participación y apoyo con la gente que ha necesitado de comprensión y respaldo?
2.
Estar en la parte alta de la rueda de la
fortuna nos hace insensibles y tener un pensamiento de arrogancia en donde
aflora la idea de que no vas a necesitar de los demás, y por lo tanto, uno no debe
de estar disponible para la ayuda que otros puedan necesitar, ¿tu posición actual de estar y sentirte bien hace que
seas insensible para apoyar, visitar y bendecir a quien pudiera necesitar de tu
ayuda?
3.
¿Actualmente
reconoces que pasas por un momento en donde quisieras que tus amigos, líderes,
pastores, y familias estuvieran contigo? ¿Les has llamado para pedir su apoyo y
colaboración? ¿Te impide hacerlo el hecho de que tú no te brindaste cuando
ellos te necesitaron?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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