El que agrada a Dios
Deuteronomio 30:6
El
Señor tu Dios circuncidará tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para
que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y tengas vida. -
Uno
de los pactos que el Eterno hizo con el pueblo hebreo fue a través de la
circuncisión. Entre los hebreos el rito fue instituido por Dios como la
señal del pacto entre él y Abraham poco después de la permanencia de éste en
Egipto. Dios ordenó que se realizara en Abraham, en su descendencia, en sus
esclavos, y en los extranjeros que se unieran a la nación hebrea (Gn 17:12).
Cada hijo varón debía ser circuncidado al octavo día. En tiempos posteriores se
llamaba a un cirujano hebreo. Al niño se le daba el nombre en la ceremonia.
De acuerdo con los
términos del pacto simbolizado por la circuncisión, el Señor se comprometió a
ser el Dios de Abraham y sus descendientes, y ellos le pertenecían, adorándolo
y obedeciéndolo solamente a él.
El texto central de hoy, va más allá de una circuncisión echa
por manos. El Eterno está diciendo que anhela circuncidar el corazón de las
personas. El Señor busca limpiarnos de todas esas impurezas que son en muchas
de las ocasiones lo que nos impide tener una vida que le agrade a Él. Cuando el
corazón del individuo es circuncidado por Dios, entonces, busca hacer aquello que
es lo correcto, desarrolla esas acciones que lo identifican como un hijo de la
familia celestial, busca con dedicación
asimilar la Palabra de Dios para transformar su vida, se consagra día con día
para servir y hacer la voluntad de quien lo circuncidó. La existencia de todo
circuncidado en el corazón por Dios tiene una identidad que le permite vivir como
ciudadano de Reino. Sirve, ama y obedece porque es su esencia espiritual. No da
lugar a más impurezas, pues la circuncisión las arrancó definitivamente. A
través del amor hacia Dios lo impulsa a llevar adelante su mensaje para que muchos
más sean alcanzados y también vivan en
paz con el Todopoderoso.
La
circuncisión recordaba a los israelitas de las promesas de Dios para ellos y
los deberes que ellos habían asumido. La circuncisión en el corazón para los
cristianos nos recuerda que fuimos alcanzados por la Gracia de nuestro Dios y a
la vez nos hace tener presente que estamos comprometidos a serle fieles y a
vivir una vida que le glorifique a Él. Toda circuncisión en el corazón debe de
ir acompañada por un cambio espiritual que de evidencia de un cambio verdadero.
La
circuncisión en la carne deja marcado al varón que es identificado como un
judío. La circuncisión en el corazón deja la marca de ser reconocido como un
Hijo del Eterno. La circuncisión en la carne fue señal de un Pacto en el
Antiguo Testamento, la del corazón es
una señal de un Nuevo Pacto a través de Cristo Jesús quien regenera la vida de
los creyentes. El apóstol Pablo hace un cierro estupendo de este tema diciendo:
porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la
incircuncisión, sino la fe que obra por el amor1. Vivamos por fe y en amor. Nuestra circuncisión en el corazón no tiene
validez si no somos capaces de vivirla a través de estos dos ingredientes que
identificaron al Señor Jesucristo.
CONCLUSIONES
Todo individuo que se ha convertido a Cristo, y que por Gracia su
corazón fue limpiado de toda impureza y maldad por la Sangre del Cordero, tiene
la siguiente encomienda:
Porque en
cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios
vive.
Así también
vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que
lo obedezcáis en sus concupiscencias2
REFLEXION
1. La
circuncisión tiene como finalidad erradicar la impureza en el miembro del varón, ¿cómo logras mantener la pureza en tu cuerpo?
2.
Somos
considerados muertos al pecado ante la circuncisión hecha en nuestro corazón, ¿batallas con algunas impurezas en tu vida?
3. Cuando el corazón del
individuo es circuncidado por Dios, entonces, busca hacer aquello que es lo
correcto, ¿es este el desafío que vives a diario para agradar al Eterno?
4. La fe
que obra por amor es la evidencia de un corazón que fue limpiado por la sangre
de Cristo Jesús, ¿das muestra de haber sido
circuncidado en tu corazón por el Señor Jesús?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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