Renovándonos


Salmo 51:10
Dios mío, ¡crea en mí un corazón limpio! ¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!

A veces es más fácil hacer algo nuevo, que arreglar algo que se rompió. Cuando actuamos de manera errada, comenzamos a sentir un peso y una tristeza que poco a poco comienza a despedazarnos. Cuando cometemos errores graves necesitamos reconocer que solamente Dios es capaz de transformar nuestra vida, modificar nuestros pensamientos, y mejorar nuestras actitudes.
            Dios quiere crear un corazón puro en cada uno de nosotros. Dios quiere darnos una nueva oportunidad para que vivamos en fe. Para ello envió a Jesús para morir por nosotros. El sacrificio de Jesús nos asegura el perdón de nuestros pecados, y nos da el consuelo de que tenemos la vida eterna por medio de la fe en él. Cuando creemos en Jesús, él crea en nosotros un nuevo corazón y nos da su paz.
El clamor del salmista, debe de ser también el nuestro: Dios mío, ¡crea un corazón limpio! La sinceridad para declarar nuestros errores, resbalos, tropiezos, etc., y la decisión firme para renunciar a ellos, es fundamental para que Dios limpie y purifique nuestras vidas.
¿Qué hay en tu corazón? Pregúntate con detenimiento, ¿Qué hay en mi corazón? ¿Todavía albergo maldad o estoy limpio y dejándome tratar por el Señor de manera que se produzca una transformación en mi forma de pensar y de actuar?
            Lo que hay dentro nuestro es muy importante, porque lleva a la práctica lo que guardamos en el corazón , incluso lo que nadie jamás imaginó. Al respecto el Señor Jesús enseñó: El bien que hacen los buenos proviene de lo que hay en el corazón, y el mal que hacen los malos proviene de lo que hay en su corazón, porque las palabras denuncian lo que hay en el corazón1
            Hombres y mujeres de corazón limpio, en el que no anide la maldad, que se alimenten de cosas buenas y no del engaño, donde no hallen cabida la mentira, las conversaciones deshonestas, la vulgaridad, la pornografía y  la hipocresía, es lo que Dios anhela.
            En su magistral intervención en el Sermón de la Montaña, el Maestro destacó como: Afortunados los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios2
La palabra declara que el que encubre sus pecados, no prosperará3. Màs el que los confiesa y se aparta de ellos, alcanzará misericordia. Debe de ser el anhelo de todo cristiano vivir  apartado de todo aquello que pueda contaminarle, y evitar que esto le cause un alejamiento en su Comunión con Dios4.
En algunas versiones declara: « el que confiesa sus pecados y los abandona… », Dios no puede limpiar a un corazón que se empeña en permanecer dentro de la transgresión.

            CONCLUSION
¡Abandonar o abandonar el pecado! no hay otra opción si queremos que Dios nos limpie y purifique!

Pablo le dijo a Timoteo: « huye de las pasiones (pecado) juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz5.

Tener un corazón limpio, es disfrutar de la paz y comunión para con Dios.

Dios siempre nos invita a estar a cuentas con Él, hoy es un buen día para renovarnos y ser purificados. Una vida limpia te permitirá disfrutar màs de la Presencia del Dios Santo.

            REFLEXION
1.     Abandonar y huir de aquellas cosas que pueden causar estragos en nuestra vida espiritual, es ser sabio, ¿atraviesas actualmente con algo que te aprisiona y no te permite florecer como cristian@?
2.     Jesùs declaró: « bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios, ¿cómo está tu corazón? ¿necesita ser limpiado y renovado por la Sangre de Jesùs?
3.     El clamor del salmista al pedir un corazón limpio y un espíritu renovado, debió marcar la pauta para retomar un estilo de vida acorde a la Voluntad de Dios, ¿estás dispuesto a tener un nuevo comienzo en tu vida espiritual viviendo en la Voluntad total del Padre Celestial?
1Lucas 6:45
2Mateo 5:8
3Proverbios 28:13
4Proverbios 16:17

52 Timoteo 2:22

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  Pastor Oscar
  Correo: oscarhp07@hotmail.com
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