Jesucristo: nuestro abogado
1 Juan 2:1
Hijitos míos, os escribo estas cosas
para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo.
Un día, un grupo de jóvenes
salió a nadar a un lago cerca de su ciudad. Muchos al llegar se metieron de
inmediato para disfrutar del nado en ese hermoso lugar. Allí se encontraba
Pedro, que sin saber nadar, fue persuadido a meterse al lago. De pronto, se vio
solo luchando en su desesperación para lograr sobrevivir. Sus amigos se habían alejado para ir en busca de alimentos.
Pedro al verse en peligro empezó a gritar pidiendo auxilio, en ese preciso
momento iba pasando un hombre, que al ver a este chico en apuros, se metió de
inmediato al lago para ir a rescatarlo. Ya en la orilla y a salvo, Pedro
agradeció a este hombre su ayuda para salir. Este varón, al despedirse le dio
la recomendación de cuidar su vida y no meterse en situaciones que lo pusieran
en riesgo.
Tiempo después, Pedro se vio
envuelto en maldad, pandillerismo, extorción, robo, droga, etc., en una ocasión
fue atrapado en un enfrentamiento entre pandillas en donde fue acusado de
asesinar a un individuo. Después de las indagaciones, llegó el momento de
presentarse ante el juez que iba a emitir juicio contra él; Pedro al ver al
juez, reconoció que era el mismo que lo había salvado en aquel lago, a lo que
exclamó: ¿señor juez, se acuerda de mi?,
soy el joven que un día usted salvó en un lago cuando me estaba ahogando…haga
algo a mi favor!!! El juez le contestó: efectivamente, en aquella ocasión
me tocó salvarte y te pedí que cuidarás de tus actos en tu vida; violaste la
ley, asesinaste a una persona, y ahora soy el que te tiene que emitir tu condenación.
Jesucristo es ese salvador que puede escuchar la voz
de alguien que puede estar ahogándose en medio de los problemas o
circunstancias de su vida. Estamos
en el tiempo de la Gracia, en donde todo pecador puede exclamar: Señor Jesús, sálvame!
Ten misericordia de mi!
Jesús siempre estará en disposición de
ofrecer su ayuda, perdón y salvación a quién de verdad tenga un arrepentimiento
genuino delante de él. Hoy Jesucristo puede ser hallado como el tierno Salvador, mañana estará
como Juez para condenar a aquellos que rehusaron hacer su Voluntad.
Muchas
personas creen (inclusive cristianos),
equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios
dice en sus mandamientos, al final…Él va a perdonarlos. La Biblia establece que no podemos
vivir en medio del pecado y violar la
Ley de Dios deliberadamente. Pensar así, es una falta total de responsabilidad;
pues quien pecare de manera deliberada, no existe más remisión por sus pecados.
Jesucristo es nuestro abogado delante de Dios. Pero él no intenta probar
nuestra inocencia, sino que presenta su justicia, lograda con su sacrificio en
la cruz, como base para nuestra absolución.
El perdón y la vida les son regalados a quienes confiesan a Jesucristo como
Señor y Salvador de sus vidas y caminan en santidad. La condenación son para los incrédulos y para los que
nunca quisieron someterse al Señorío y a la Voluntad del Señor.
CONCLUSIONES
Cuando nuestro maestro y
Señor Jesucristo dice: ‘Arrepentíos’, quiere que toda la vida de los creyentes en
la tierra sea de constante arrepentimiento.
El evangelio es un
discurso sobre Cristo; anuncia que es Hijo de Dios y se hizo hombre por
nosotros, murió y resucitó y fue puesto como Señor sobre todas las cosas
Pero el
evangelio de la gracia no termina con ese hecho, el Salvador prometió regresar
por los suyosy llevarlos con Él por toda la eternidad.
Jesucristo como abogado, defiende a sus escogidos.
Como juez, condenará a todo aquél que rehusó créer en Él.
REFLEXION
1. Una vida plena y en sujeción a Cristo muestra frutos
dignos de arrepentimiento y obediencia, ¿te cuesta
trabajo dar evidencia de una vida auténtica en Cristo?
2. Muchas personas suelen tomar muy a la ligera y sin
compromiso su vida en Cristo, lo que origina una relación muy fluctuante
delante de Él, ¿tu compromiso delante de Dios es genuino y
auténtico?
3. Una vida sin convicción, compromiso y carácter pone en
riesgo el destino de las personas, ¿vacilas en tu
fe y en tu andar diario con Dios? ¿Si murieras hoy, estarías seguro de llegar
al Paraíso de Cristo?
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