Nada nos separará del amor de Cristo


Romanos 8:35
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?
                                                                                                                             
           Cuando el apóstol Pablo habla acerca de sufrimientos, persecuciones, hambre, escasez, peligros o actos violentos, es porque él mismo lo experimentó en carne propia. Él siempre expresó que cualquiera que fuera su condición, había aprendido a vivir contento con lo que tenía; que a pesar de las persecuciones e insultos en su contra, podía bendecir a los que le perseguían; consciente de los riesgos al predicar el evangelio en lugares desconocidos, él declaraba: Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree1, estando en prisión y con el riesgo de que lo condenarán a muerte, él cantaba himnos a Dios expresando su confianza, escribía cartas a las Iglesias para animar a los hermanos para que no abandonaran su fe; aunque su vida como misionero y apóstol fue complicada, Pablo se mantuvo en su convicción que solía decir: todo lo puedo en Cristo que me fortalece2.
          Al igual que el apóstol Pablo, muchos hombres de Dios han pasado por situaciones difíciles al desarrollar su vida y ministerio en Dios. Juan Wesley escribió lo siguiente: "Una vez estaba yo penosamente intranquilo por mis propios pecados, por la maldad del mundo, y por los peligros que rodeaban a la iglesia. Entonces mi esposa, vestida de luto, se acercó a donde estaba yo, y con gran sorpresa le pregunté quién había muerto. Con sus respuestas tuvimos el diálogo siguiente:
         --¿No sabes? ¡Dios en el cielo ha muerto!
          -Pero, ¿cómo puede Dios morir? ¡Él es inmortal!
         --¿Es cierto esto?
         --¡Indudablemente! ¿Cómo puedes dudarlo? ¡Tan cierto como que hay Dios en el cielo, es que él nunca morirá!
         --Y, entonces ¿Por qué estás tan desalentado y abatido?
         Comprendí cuán sabia era mi esposa y dominé mi pesar.
         Una anécdota más de Juan Wesley es: en el año 1735 cuando viajó desde Inglaterra a Colonia de Georgia en las Américas.  En medio del Atlántico el buque encontró una tempestad que puso en peligro la vida de los tripulantes y de los pasajeros.  Juan Wesley se encerró en su cuarto; pero allí pudo oír el canto de un grupo de moravos que, no teniendo recursos tuvieron que quedarse en la cubierta y sufrir la furia de la tempestad.  Después el señor Wesley preguntó a uno de los moravos cómo ellos y sus niños podían cantar en circunstancias tan terribles.  El moravo le contestó con una pregunta: “Señor Wesley, ¿conoce usted a Jesucristo? Para el creyente, Jesús echa fuera el temor”.
Amig@ lector, la vida en Cristo no es fácil ni sencilla, y a veces está rodeada de todas estas cosas que experimentaron grandes hombres como Abraham, Moisés, Gedeón, David, Isaías, Jeremías, Esther, Pablo, los Discípulos, etc. Como pastor, no me explico la razón por la que mucha gente deserta en su caminar con Jesús, o abandona a sus Iglesias por cosas tan sencillas y triviales; yo me pregunto: ¿qué será de ellos cuando tengan que atravesar cosas como riesgos, peligros, persecuciones por causa del evangelio? A caso, ¿serían capaces de negar su fe para mantener un status delante del mundo? ¿Qué palabras de exhortación les diría el Apóstol Pablo a esta gente tan inmadura?
Pablo da a entender que las cosas que él citó en el verso central de hoy, no deben de separarnos del amor de Cristo. Cuando existe carácter, convicción y compromiso al haber creído en el Evangelio, nada podrá separarnos de ese amor tan profundo que Cristo nos da.

            CONCLUSIONES
Antes de llegar a la cima, puedes encontrar un sin fin de situaciones que te pueden hacer retroceder.

Pablo nos exhorta a no abandonar nunca el amor de Cristo, aunque tuviésemos que enfrentar riesgos, peligros, persecuciones, violencia, criticas, golpes bajos, etc.

Debemos de recordar que las situaciones difíciles que pudiésemos enfrentar, tienen el propósito de forjar carácter en nosotros.

¿Qué nos separará del amor de Cristo? Nada, el amor de Cristo es más grande que cualquier circunstancia que pudiéramos enfrentar.

            REFLEXION

1.     Estar inmersos en el amor de Cristo nos permitirá vencer toda adversidad, problema, circunstancia, critica, oposición, menosprecio, etc., ¿cómo está tu vida espiritual al enfrentar situaciones complicadas?
2.     Los grandes hombres de Dios antes de llegar a la cúspide de sus ministerios tuvieron que superar todas sus adversidades, ¿estás batallando con alguna de ellas? ¿estás desanimado o has desertado como cristian@?
3.     Confiar en Cristo es la respuesta para salir avante ante lo descrito por el apóstol Pablo, ¿en qué estado se encuentra tu fe? ¿las oposiciones son más fuertes en ti que el mismo amor de Cristo?

1Romanos 1:16

2Filipenses 4:13

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