Paga a tus acreedores
Romanos 13:8
No deban a
nadie nada, sino el amarse unos a otros. Porque el que ama a su
prójimo, ha cumplido la ley.”
Al meditar este versículo para aplicarlo al tema
central de nuestro Devocional, observé que una manera de mantener sanas
relaciones con nuestros prójimos, es evitando tener problemas financieros con
ellos. Somos llamados a amar al prójimo, pero a veces esto se empaña cuando
alguien prestó dinero y no le pagaron ; o el pidió prestado y no ha
pagado ; ante esto, el encanto de amarnos unos con otros se ve
trastornado.
Conozco
casos en donde se han tenido que demandar, o en el menor de los hechos
rompieron con su relación de amistad o de hermandad, y a veces sale perjudicada
la iglesia debido a que el que debe deja de asistir para no ver a su acreedor.
La
encomienda del Apóstol Pablo es la de no deber nada a nadie. Esto no solo es a un
nivel de Iglesia, sino también en nuestra relación con otras personas. Tú y yo
no debemos tener problemas con alguien por causa de haber prestado o no pagar
lo que nos prestaron. Ante toda esta engorrosa situación, yo recomiendo que
evitemos entre hermanos pedirnos prestado, vendernos algún producto a crédito o
facilidades. Si tienes para comprar algo que ofrece algún miembro, ¡compralo!
de no ser así evítate problemas. Si quieres vender algo y ves que no tiene el
total para pagarte, mejor no se lo vendas. Les persuado a no hacer negocios o
trabajos entre nosotros como miembros de
una Iglesia que nos pueda ocasionar fricciones, malos entendidos, enojos y
hasta demandas.
Nuestro
nombre es tan bueno como lo es nuestra fama de ser responsables en cumplir o
responder a nuestros compromisos, especialmente a la hora de pagarle a nuestros
acreedores, es decir, nuestra fama tiene que ver con la forma en que
respondemos a nuestros compromisos financieros.
Si
nosotros honramos nuestros compromisos de crédito devolviendo lo que nos
prestan a tiempo, entonces se hablara y pensara bien de nosotros, y tener buena
reputación financiera hará que se nos habrán puertas en cualquier lugar cuando
lo necesitemos. Recuerda entonces que, si quieres tener buen testimonio en el
medio en que te mueves; págale a tus acreedores lo que les debes.
En la
versión popular de la Biblia, el texto central dice:
no tengas deudas con nadie, lo que implica como dijimos antes, es
que alguien no debe prestar o pedir prestado.
La Biblia enseña que
debemos dar o ayudar al necesitado. En cuanto a este punto, yo recomiendo que
se ayude al que tenga necesidad con alguna provisión, alguna ofrenda o una
oportunidad para que trabaje, a sabiendas que es probable que no podrá
devolverte el favor.
Debemos de
hacer el bien; pero no debemos de abusar de la gente de bien para pedirle
prestamos que te va a ser difícil pagar,
y tampoco endeudar a alguien que no pueda pagarte lo que le prestaste o
vendiste.
CONCLUSIONES
Te ofrezco estos candados que te ayudarán a
no prestar, ni pedir prestado:
NO pagar es
totalmente injusto, pues estás reteniendo lo que pertenece a otro1.
Es la gente malvada
la que pide prestado y no paga2.
Es deshonesto que
prometas pagar y no cumplas con tu palabra, eso es mentir.
Dios nos manda a
ayudar al necesitado con lo que te ha dado; pero si tienes deudas no tendrás la
oportunidad de ser generoso.
Si tienes deudas pendientes te contamina. Las deudas
te enredan y te atan.
REFLEXION
1. Nos queda claro que el no
pagar nos lleva a la pobreza y a tener problemas con nuestros acreedores (Pr.
11:24), ¿atraviesas problemas financieros y existen
acreedores que tocan a tu puerta para cobrarte?
2. Prestar o
pedir prestado puede resultar en conflictos (Jeremías 15:10), ¿estás
dispuesto a seguir el Principio de no deberle nada a nadie?
3. Como líder, el
tener deudas pendientes (no pagadas según
lo acordado), te limita en tu liderazgo (Tito 1:6), el desafío es grande,
pero necesario, ¿estás list@ para cubrir todas tus
deudas? Si no tienes deudas, omite esta pregunta.
1Exodo 20:15
2Levítico 19:11
_______________________________________________________________________
Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
Invitaciones a conferencias
Comentarios
Publicar un comentario