Compañerismo con Dios


1 Reyes 9:4-5
Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, tal como prometí a tu padre David, diciendo: ``No te faltará hombre sobre el trono de Israel.
El compañerismo se define como   el vínculo  que existe entre compañeros. Los compañeros, por su parte, son las personas que se acompañan para algún fin, formando algún tipo de comunidad, cuerpo o equipo.  La noción de compañerismo suele utilizarse para nombrar a la buena correspondencia y la armonía entre los compañeros.
Algo que me asombra de nuestro Dios, es de que siempre ha buscado tener un vínculo de compañerismo con su pueblo. En el Antiguo Testamento nos narra cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto, todas las familias organizadas por tribus tenían que colocarse alrededor del Tabernáculo, de tal manera que éste quedará en medio, pues la promesa de Dios es que su Presencia estaría allí. Todos podían ver y sentir al Señor siendo parte de ellos mismos. Nunca se sintieron abandonados, pues su Presencia les acompañaba de día y de noche.
El compañerismo con Dios se parece mucho a la electricidad. Es un fenómeno intermitente. Y cuando lo disfrutas tú y los que están alrededor, pueden percibirlo.
El compañerismo depende de un contacto constante, en este caso, con Dios. Si alguien o algo interrumpe la conexión, el fluir del poder cesa porque el Poder no está en el receptor, sino en la fuente. Espiritualmente, el rompimiento del compañerismo podría no ser inmediatamente, pero la vitalidad pronto irá mermando debido a que el fluido de poder se ha detenido.
A lo largo de toda la historia que enmarca la Palabra de Dios, podemos deducir que un hombre, una mujer, un pueblo o una nación avanzaba y salía victorioso cuando podían mantener el vínculo del compañerismo con Dios. Cuando este se detenía o se rompía, venía la decadencia y el derrumbe de las personas o naciones.
             El texto central del día de hoy nos señala que Dios puso en sobre aviso a sucesor del rey David: Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre; en cambio, si no te mantienes un compañerismo fiel y leal, entonces: Pero si en verdad vosotros o vuestros hijos os apartáis de mí y no guardáis mis mandamientos y mis estatutos que he puesto delante de vosotros, y os vais y servís a otros dioses y los adoráis, entonces cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he dado; y la casa que he consagrado a mi nombre la echaré de mi presencia, e Israel se convertirá en refrán y escarnio entre todos los pueblos1.
Un epitafio apropiado para la vida de Salomón podría decir: “el rey sabio que interrumpió el compañerismo con Dios”. La difundida fama de Salomón y su desmesurada riqueza empezaron a llenar su corazón de vanagloria. Su incondicional devoción a Dios fue reemplazado por el creciente amor a las esposas extranjeras (llegó a tener más de mil). Al principio, Salomón únicamente toleró la presencia de dioses paganos, después los aceptó y, finalmente los adoró. Todo esto trajo un rompimiento en la conexión de un compañerismo ejemplar. Al sufrir daños el cableado entre Salomón y Dios el poder cesó, pues el fluir de dicho poder no está en el receptor, sino en la fuente. Este fue el pequeño o grande detalle que Salomón pasó por alto a pesar de su gran sabiduría.

CONCLUSIONES
El éxito y la fama en el hombre que no tiene un sano compañerismo con Dios, puedo llevarlo a la misma ruina.

En el caso de Salomón, cuando interrumpió su conexión con Dios, dejó de percibir la sabiduría y el poder que de Él recibía.

Dicho rompimiento llevó a Salomón a una decadencia familiar, moral, espiritual y militar.

Uno siempre va a morir después de tener la resultante de todas las decisiones que se tomaron en el transcurso de la vida. El pecado o la bendición, según sea tu conexión con Dios, siempre te alcanzará.

       REFLEXION
1.     Revisa tu compañerismo personal con Dios: ¿le estas dando la oportunidad de hablarte diariamente a través de su Palabra? ¿estás regularmente respondiéndole en oración? ¿estás tratando de inmediato con el pecado en tu vida?
2.     Salomón perdió su conexión con Dios por causa de la idolatría y la lascivia por sus mujeres, ¿cómo están tus cables que te conectan con Dios? ¿hay algo que está averiado y no has restaurado?
3.     Dios siempre ha buscado el compañerismo con sus hijos, ¿cómo muestras ese interés para tener compañerismo con Dios? ¿has perdido gas en tu entusiasmo por buscar de la Presencia Divina?

11 Reyes 9 :6

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   Pastor Oscar
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