Como un niño
Mateo 18:3
Entonces dijo: ―Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como
niños, no entrarán en el reino de los cielos.
Quién no recuerda su etapa de niñez en donde
solíamos asombrarnos de todo lo que nos rodeaba, o esa emoción que nos inundaba
cuando se acercaba nuestro cumpleaños, o cuando íbamos de paseo al lado de
nuestros padres y hermanos, o la inocencia con la que jugamos a diario al lado
de nuestros amigos, pero también esas peleas que mantuvimos con nuestros compañeros
de escuela o con los mismos vecinos, pero que al final solíamos perdonarnos
para volver a jugar con ellos. ¿cuántas
cosas más podemos traer a nuestra memoria de manera particular que se quedaron
para siempre en nosotros?
En nuestro texto central, el Señor
Jesús habla a la gente adulta de ese entonces para persuadirlos a volverse como
niños. Cierto que para el ser humano que es adulto, ser como un niño solo
significa una etapa más en la vida, pero cuando se ve desde otra perspectiva
cambia nuestra manera de pensar y nos motiva a volver a tener esas conductas
que nos hicieron sumamente felices cuando fuimos niños.
Ser
Como un Niño. Ser como ellos no significa ser menos ni ser inmaduro,
hablamos del carácter que cataloga a un niño recordando siempre que el Señor
Jesús nos habla de ser como un niño para poder entrar al reino de los cielos! Un
niño es tardo para la ira , todo lo comparte sin importar con quien, no guarda
rencor, es feliz a toda hora sin importar las circunstancias, disfruta de cada
momento que le brinda la vida, sabe adaptarse en cualquier ambiente y siempre
tiene ese espíritu aventurero de conocer todo lo nuevo y nunca darse por
vencido hasta lograr lo que se quiere. Esta manera de ser
de un niño siempre lo lleva a ser premiado con detalles así de
simple!
¿Quieres recibir bendiciones de Dios? ¿Quieres intentar con entusiasmo todas las
cosas que emprendas? ¿quieres disfrutar de todo lo que tienes?
Entonces, aprende a ser como un niño. Un niño que dependa completamente del Padre
Celestial. Un niño que no tenga rencor a
pesar de las peleas o batalla de su entorno. Un niño que sea obediente a las
indicaciones de papá. Un niño que se deja llevar en los brazos de su padre. Un niño
que confíe plenamente en las promesas de Dios y que actúe sin malicia en medio
de un mundo tan errante y conflictivo. Un niño que no se manche por la maldad y
que viva seguro de ir camino hacia cielo. Un niño que cambie las circunstancias
de la vida a través de su sonrisa.
Un niño que de calor al desprotegido a través de un tierno abrazo. Un niño que
no sea limitado por el temor ante los retos de la vida. Un niño que no se
intimide para expresar sus sentimientos aunque estos no sean valorados. Un niño
que pueda expresar a través de sus sueños que las cosas pueden cambiar cuando
confiamos en Dios. Un niño que sea educado para irrigar principios y valores
con sus demás semejantes. Un niño que llore por los golpes de la jornada, pero
que al mismo tiempo se levante con nuevas fuerzas para continuar su caminar
sabiendo que lo mejor está por venir a su existencia. Un niño que en los brazos
del tierno Salvador pueda recibir la más cálida de las caricias, no por lo que
hace, sino por lo que es delante del Eterno.
CONCLUSIONES
Lo que pongas en los primeros años de tu vida quedará en ella hasta más
allá de la muerte.
Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los
juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay
más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras como adultos.
El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor,
el de los niños.
REFLEXION
1. Que hermosa etapa la de niñez en donde
solíamos asombrarnos de todo lo que nos rodeaba, ¿recuerdas con agrado tu
etapa de infancia?
2. El
Señor Jesús habla a la gente adulta para
persuadirlos a volverse como niños, ¿has pasado por alto las cualidades
de ser niño en tu vida?
3. Ser
como un niño no significa ser menos ni
ser inmaduro, ¿consideras que te hace falta el
ser como un niño para equilibrar tu vida como adulto?
4. Ser
un niño que confíe plenamente en las promesas de Dios y que actúe sin malicia
en medio de un mundo tan errante y conflictivo, es todo un desafío para
cualquier adulto, ¿tomas este desafío para
implementarlo en tu diario vivir?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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