Sumisión


       Efesios 5:21-23
            Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.  Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.

            Al parecer la palabra se ha desvirtuado en el momento de ser aplicada no solo en el terreno del matrimonio, sino en todo aquello en donde existe una cabeza y subordinados.
            Según el diccionario la palabra someter significa: sujetar a dominio, subordinar a voluntad, ceder, rendirse, obedecer, acatar, reconocer y actuar de acuerdo a la voluntad de alguien, ponerse bajo autoridad de alguien. Esta definición es muy clara para ser entendida, el problema radica en la hora de que alguien debe de someterse a alguien más. Pareciera ser que en el área matrimonial es la mujer la que debe de sujetarse solamente como un principio de orden; pero el Apóstol Pablo en el versículo 21, indica que el sometimiento es mutuo, ante ello, ¿quién es el que debe de someterse? ¿cómo entender este proceso de sujeción mutua? ¿quién es el que manda y quien debe de obedecer?
            Veamos a la luz del Espíritu Santo la interpretación correcta de este asunto, para esto, debemos de retomar la palabra sumisión. Su y misión, el diccionario define a misión como: Trabajo, función o encargo que una persona debe cumplir. El prefijo “su”, indica al lado de, apoyo de, respaldo de. Uniendo el prefijo con la palabra, entendemos que sumisión da la idea de que quien se somete es aquel quien brinda la ayuda incondicional hacia quien está desarrollando una misión. En ocasiones puede ser que la esposa este llevando a cabo cierta misión, por lo que correspondería al esposo someterse para dar su respaldo a su mujer a fin de que esta cumpla satisfactoriamente su cometido. Y de la misma manera, cuando el varón es quien está al frente de una misión, la mujer deberá mostrar sumisión a través de su apoyo y ayuda para que éste salga victorioso ante el reto a desarrollar.
Puede ser que en ocasiones quien se tenga que someter no esté de acuerdo con quien esté llevando a cabo la misión, pero la sumisión no implica que este o no de acuerdo la persona sumisa, sino da el hecho de respaldar al que encabeza la misión, esto no significa que no deba de manifestar sus inconformidades, pero se recomienda hacerlo a solas y después de terminada la situación…
            Un ejemplo de sumisión fue Sara, la esposa de Abraham. En Génesis 20:1-5 Abraham partió desde allí en dirección a la región del Néguev, y se quedó a vivir entre Cades y Sur. Mientras vivía en Guerar, Abraham decía que Sara, su esposa, era su hermana. Entonces Abimélec, rey de Guerar, mandó llamar a Sara y la tomó por esposa. Pero aquella noche Dios se le apareció a Abimélec en sueños y le dijo:
Puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, porque ella es casada.
Pero como Abimélec todavía no se había acostado con ella, le contestó:
Señor, ¿acaso vas a matar al inocente?[a] Como Abraham me dijo que ella era su hermana, y ella me lo confirmó, yo hice todo esto de buena fe y sin mala intención.
Notemos lo siguiente:
A.   Sara apoyó a su esposo en su misión de resguardar sus vidas, a pesar de las mentiras emitidas.
B.    Sara corrió el riesgo aún de ser tomada como esposa del faraón, pero fue fiel en su labor de apoyar a su esposo.
C.   Puede ser que en muchas cosas no estemos de acuerdo en lo que emprende en su misión alguien del equipo; pero Sara nos enseña que nuestro deber es estar al lado y brindar respaldo a quien nos sometemos.
D.   Es muy probable que Sara haya hecho ver el error o falla de su esposo después de lo acontecido, mismo que sirvió para que Abraham no lo cometiera otra vez.

CONCLUSIONES
·      Dios honra la sumisión como un principio de Reino.
·      El Eterno logra rescatar a Sara de las manos del faraón para que conservara su integridad.
·      Dios bendice al matrimonio de Abraham y Sara a causa de la Sumisión de ella. Cuando existe sumisión en el hogar, el Eterno nos rescata de las manos del enemigo.
·      Lo más relevante de la sumisión no es quien obedece a quien, sino quien está dispuesto a apoyar la misión del otro.

REFLEXION
1.     El problema del tema de la sumisión no es el entender el concepto, sino en la hora de que alguien debe de someterse a alguno más, ¿te ha costado sujetarte a alguien en tu diario vivir?
2.     Pablo indica que el sometimiento es mutuo en el matrimonio, ¿colaboras para que este principio sea una realidad en tu casa?
3.     La sumisión no implica que este o no de acuerdo la persona sumisa, sino da el hecho de respaldar al que encabeza la misión, ¿será este tu desafío a partir de hoy? ¿tu apoyo será incondicional cunado debes mostrar sumisión?

4.  Lo anterior no significa que no deba de manifestar sus inconformidades, pero se recomienda hacerlo a solas y después de terminada la misión, ¿será este consejo lo que pongas en práctica a partir de hoy?

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     Pastor Oscar
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