Gozándonos en Dios


Filipenses 4:4
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!

El Apóstol Pablo escribió esta carta a los filipenses estando en la cárcel. A pesar de su condición, la exhortación a  la Iglesia era la de ¡regocijaos! El gozo no lo determina la circunstancia en la que estemos viviendo, la alegría es producto de nuestra confianza en las promesas de nuestro Dios. A pesar de lo que describe la Palabra que padeció Pablo: ... tres veces he sido azotado con varas, una vez apedreado, tres veces he padecido naufragio y una noche y un día he estado como náufrago en alta mar. En caminos muchas veces, en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos, en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez....1,  él podía expresar su gozo porque éste no estaba basado en sus emociones ni en sus situaciones, sino en el  gozo del Espíritu.  Es ese gozo que reconoce que en medio de toda situación, Dios siempre puede sacar algo bueno.
            ¿Cómo gozar de la vida de Dios en medio de los problemas? Dejando que Dios se encargue de tus problemas; poniendo tus cargas sobre Él y aprendiendo a ¡disfrutar la vida!
Te comparto el testimonio de una mujer cristiana que sin duda alguna te alentará en este día:
Una noche me pareció sentirme triste. Tan solo caminaba por la casa, hacía lo que tenía que hacer, pero no estaba contenta, no disfrutaba la vida.
– ¿Qué pasa conmigo, Señor? –le pregunté–. ¿Cuál es el problema?
Tal parecía que algo estaba oculto dentro de mí; algo que drenaba la alegría fuera de mi ser. Mientras rondaba por la casa, comencé a observar el cajón en donde guardo Las Escrituras. Lo abrí, y el Espíritu Santo dentro de mí confirmó al instante la siguiente Escritura: Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo2. De inmediato supe que gran parte del problema era simplemente que dudaba y no creía. Estaba siendo incrédula del llamado de Dios en mi vida y me preguntaba si Él cubriría nuestras necesidades económicas. Tal situación me llevó no solo a dudar, sino a cuestionar mis propias decisiones y acciones, entre otras cosas.
Me torné negativa en lugar de ser positiva. La duda es un proceder que muy fácilmente se apodera de nosotros. Definitivamente, la duda podría llegar a tocar la puerta de nuestro corazón. Cuando eso suceda, responde con un corazón creyente, y siempre obtendrás la victoria.
La duda y la incredulidad se roban el gozo, pero el tan solo creer con inocencia deja salir a flote el gozo que hay en nuestro espíritu, debido al Espíritu Santo que mora en nosotros. Pero si el alma de una persona llegase a estar llena de preocupaciones, pensamientos negativos, razonamientos, duda e incredulidad, esas cosas negativas se tornarán como en una especie de muro en ella.
El apóstol Pedro dijo que: echásemos toda nuestra ansiedad y preocupaciones sobre el Señor3. Y Pablo les exhortaba a los creyentes de su época lo siguiente: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias4. Regocijo es una acción que permite expresar satisfacción o gozo. El concepto también se emplea para nombrar a la alegría y a la felicidad: Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús5.
Una gran mentira de parte de Satanás es que no podemos disfrutar de la vida si estamos en medio de situaciones desagradables, ante ello, nos toca a nosotros demostrar que podemos ser felices, pues en Dios tenemos el cimiento de nuestra felicidad.

CONCLUSIONES

  • Si no podemos disfrutar de nuestra vida por causa de las situaciones adversas, viviremos con tristeza y nunca sabremos del gozo que Jesús nos dejó.
  • Los creyentes de Tesalónica eran perseguidos por la fe, pero Pablo les escribió que resistieran la persecución con gozo. El gozo es un fruto del Espíritu6,  y que está al alcance de todos los que creemos en Él.
  • Si permanecemos llenos de Espíritu Santo, Él nos inspirará para estar alegres, pese a las circunstancias externas.
  • Pablo nos desafía a Regocijarnos en todo tiempo, bajo toda circunstancia y bajo toda presión.


REFLEXIÓN
1.     El apóstol Pedro dijo que echásemos toda nuestra ansiedad y preocupaciones sobre el Señor, ¿hay algo que aqueja o preocupa en tu vida? ¿es algo que te está robando la paz y felicidad?
2.     El gozo y la alegría no debe de estar basada en tus sentimientos, de lo contrario siempre vas a tener altas y bajas en cuanto a tu estado de ánimo. El gozo es un fruto del Espíritu Santo que debe percibir tu espíritu, ¿estás plenamente vinculado con el Espíritu Santo? ¿sientes que tu vida no está inmersa en el gozo porque hay una desconexión con el Espíritu de Dios?
3.     Regocijar significa tener una acción que permite expresar satisfacción o gozo, ¿expresas esto en tu diario vivir?



12 Corintios 11:25-27
2Romanos 15:13
31 Pedro 5:7
4Filipenses 4:6
5Filipenses 4:7

6Gálatas 5:22

Comentarios

Entradas populares de este blog

Somos deseables para Dios

Las consecuencias de vivir en la carne

Vestíos de amor