El miedo al rechazo
Salmo 22:6
Pero
yo, gusano soy y no hombre; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia.
El rechazo es una de las experiencias más dolorosas que vivimos,
sobre todo cuando se produce en la infancia y además, cuando proviene de los
propios papás. El rechazo implica que no han sido satisfechas las necesidades
básicas de amor y aceptación, indispensables para constituir una mente sana y un
cuerpo sano. En su lugar aparecen una serie de sentimientos y pensamientos
negativos, tanto sobre sí mismo (“no valgo, no sirvo”, ...) como sobre los
demás (desconfianza, dudas, etc.).
Si sientes que no eres
nadie, que no eres importante. Si te sientes inseguro ante otros, crees que no
tienes valor propio y por eso otros te rechazan, entonces podemos deducir que
estás sintiendo sentimientos de rechazo y de baja autoestima. Regularmente estos
sentimientos son causa de una mala percepción de ti mismo, porque te estás
mirando con los ojos de crítica del mundo y no con los ojos de aceptación y
amor de Dios.
El miedo al rechazo es una de las
heridas más profundas porque implica censuras hacia nuestros propios
pensamientos, sentimientos y vivencias. Lo anterior tiene su origen en
experiencias de no aceptación por parte de los padres, familia o gente que nos
rodea. Cuando alguien recibe señales de rechazo, crece en su interior la
semilla del auto desprecio y considera que no es digno de amar y de ser amado,
interpretando todo lo que le sucede a través del filtro de su herida.
Muchos
personajes de la Biblia expresaron estos sentimientos en algún momento de sus
vidas, como lo podemos ver en los siguientes versículos:
He aquí yo soy insignificante, ¿Qué puedo yo
responderte? Mi mano pongo sobre mi boca1
Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz como
hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra. No he prestado
ni me han prestado y todos me maldicen2.
Si
te sientes de esta manera es porque no puedes amarte a ti mismo. No puedes
percibir los dones, talentos y virtudes con los que Dios te ha creado. Con
estos sentimientos siempre te estarás comparando con los demás pero de una
forma negativa, y puedes caer en la envidia y frustración. ¿Por qué no ves a los que tienen
menos de lo que Dios te ha dado y sin embargo han encontrado paz, gozo y prosperidad
en medio de sus limitaciones?
Debes
ser libre de estos sentimientos adversos porque te traerán fracaso en todo lo
que emprendas y te sentirás vencido antes de empezar. Siempre sentirás que lo
que hagas es insuficiente para ser aceptado por lo tanto llegarás a darte por
vencido. Quita la viga de tus ojos que no te permiten ver las bendiciones que
el Señor tiene para tu vida, Él está trabajando en ello pero no debes poner
obstáculos. Has estado viviendo en conflicto porque necesitas el amor y aceptación
de las personas que te rodean y al mismo tiempo sientes que no lo mereces
porque te sientes rechazado.
Por
último quiero sugerirte que tenga mucho cuidado sobre las siguientes
consecuencias que pueden venir a tu vida por causa de sentirte rechazado: Pobre concepto sobre sí mismo,
sensación de incapacidad, sentir odio, desprecio por sí mismo, por tu
cuerpo, desconfianza generalizada, celos, dudas, culpa, timidez, introversión,
extrema dependencia de otros, sensación de ser indigno de recibir, de lograr
cosas, estados depresivos más o menos graves, deseos de muerte y/o de suicidio,
fracaso en lograr metas, dificultades en la identidad sexual, etc.
CONCLUSIONES
Recuerda: los robles más fuertes son los que crecen con el
viento en contra.
Nunca rechaces a nadie en la vida, porque las buenas personas
nos dan felicidad, y las malas nos dan experiencia. Ambas son esenciales en la
vida.
No te sientas mal si alguien te rechaza. La gente normalmente
rechaza lo costoso porque no puede pagarlo.
La verdadera grandeza consiste es hacer que todos se sientan
grandes y no rechazados.
REFLEXION
1. El rechazo es una de las experiencias más dolorosas que vivimos,
¿tienes en tu vida algún rechazo que te ha afectado?
2. El rechazo implica que no han sido satisfechas las necesidades
básicas de amor y aceptación, ¿sueles tener síntomas de sentirte
rechazad@? ¿consideras que te hizo falta el valor y amor de tus padres?
3. La mejor manera de sanar la herida del rechazo es cuando
empiezas a valorarte a ti mism@, ¿tienes una sana apreciación
de tu propia persona?
4. La
herida del rechazo se anula cuando se es capaz de quitar la viga de los ojos
que no te permiten ver las bendiciones que el Señor tiene para tu vida, ¿tomas
el desafío de abrir los ojos y mirar lo que Dios quiere hacer por ti?
1Job 40:4
2Jeremías 15:10
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pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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