Hijos rebeldes en casa?
Salmo 3:1-2
Muchos
son, Señor, mis enemigos; muchos son los que se me oponen, y muchos los que de
mí aseguran: «Dios no lo salvará
Pocos podríamos entender lo que el rey David
vivió al ser perseguido por su propio hijo. Alguien que engendraste, criaste y
estuvo a tu lado como parte de tu familia, y ser ese alguien el que se levante
contra ti, huauu, debe de ser algo sumamente complicado y difícil de digerir.
Cuando David le dice al Señor: muchos son mis enemigos, entre ellos está
Absalón, mi hijo; muchos son los que se me oponen, el primer opositor es mi
propio hijo, oh Señor; muchos son los que me desafían, y el que comanda al
ejército opositor, es mi propio descendiente!!!
Puedes tener muchos enemigos en la vida,
puedes tener gente que te ofenda o persiga por tus ideales, puede ser que
muchos se opongan a tu visión, puede ser que muchos te traicionen y te
abandonen, puede ser que encuentres fuerzas opositoras en tu vida, y estamos
conscientes de ello, pero lo que es inconcebible es que todo lo anterior lo
tengas que encontrar en alguien que engendraste. Pudiste no ser el mejor de los
padres, quizás no estuviste presente en la vida de tus hijos, es probable que
no diste la adecuada formación, al evaluarte encontraste que fuiste un mal
padre, etc., pero creo que nadie quisiera correr la misma suerte que vivió en
carne propia el rey David. Su principal rival en su reinado se trató de su primogénito
que se sus sentimientos se envenenaron a causa de la envidia y la ambición por
el poder. Absalón no soportó que fuera Salomón, su medio hermano, el que fuera
el heredero al trono de su padre, ante ello, toma la decisión de levantar un
ejército comandado por él mismo en contra de su padre.
¿Por qué los hijos llegan a ser los
principales opositores de sus padres? ¿por qué un hijo desiste en honrar la
vida de quien lo engendró? ¿por qué la
rebeldía en la vida de los hijos es una evidencia de su inconformidad hacia sus
padres? ¿Cuántas preguntas no hacen los padres día con día ante la
desesperación de tener que enfrentar o lidiar con la oposición, rebeldía,
necedad y desobediencia de sus hijos?
Para excluir la oposición y rebeldía de los hijos hacia los
padres, destaco los puntos siguientes:
No ser violentos con ellos. No
pegar a nuestros hijos ni aplicar con ellos ninguna forma de maltrato es
fundamental para que ellos no vean el maltrato como una forma habitual de
relacionarse. Una de las consecuencias de los azotes es esa normalización de la violencia.
Eduquémoslos en las emociones. Recordemos que la educación emocional está entre las bases
para que los niños de hoy sean adultos capaces y felices. La disminución de la
violencia y el altruismo están vinculados al aprendizaje emocional. Y para ello
es clave enseñar al niño a gestionar sus emociones. En relación a este punto,
es importante compartir con ellos sentimientos y preocupaciones, comunicarnos
intensamente, buscar intereses comunes…
Expliquémosles las
razones morales y prácticas que supone su mala acción. Por muy pequeños que sean, aun cuando pensemos que no van a
entendernos, es importante hablar con ellos una y otra vez sobre estos temas.
Enseñémosles
autocontrol, la capacidad de esfuerzo, la necesidad
de los errores para aprender, herramientas para la canalización de los
conflictos…
Debemos ser claros en
los valores y las normas, sobre todo en el
momento de ejemplificarlas a través de nuestras propias acciones como padres
para con ellos como nuestros hijos, así evitaremos a que no se sientan
desorientados o inseguros y tengan puntos claros de referencia, al tiempo que
respetamos su forma de hacer las cosas dentro de lo acordado. Hay que hablar
con ellos para explicarles cuáles son sus deberes o papel en las tareas de la
casa, porque ellos también son importantes en ello.
Mejoremos la autoestima de los hijos, pues tener una valoración positiva de uno mismo les ayudará a
afrontar la vida y las dificultades de modo decidido y positivo.
Finalmente, debemos de estar conscientes
que llevar a cabo todos los puntos anteriores necesitamos dedicarle tiempo a nuestros hijos
CONCLUSIONES
“El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada
día.
“Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas
cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, familia
integrada.
La rebeldía en un hijo es la evidencia de unos padres ausentes y
desconectados en la vida de él.
REFLEXION
1. Pocos podríamos entender lo que el rey David
vivió al ser perseguido por su propio hijo, ¿cómo es tu relación con
tus hijos como padre?
2. Mostrar rebeldía o hacerle la vida de
cuadritos a los padres es una falta de honra hacia ellos, ¿cómo es tu relación con tus padres como hijo?
3. Se dice que David fue un excelente rey y un
gran guerrero, pero que como padre fracasó, ¿cómo consideras la
paternidad que ejerces sobre tus hijos?
4. Nadie desea tener hijos rebeldes en casa, ¿cómo trabajas en la formación de tus hijos para que esto no
suceda?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
Invitaciones a conferencias y talleres
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