La honradez en mi trabajo
Tito 2:9
Enseña
a los esclavos a someterse en todo a sus amos, a procurar agradarles y a no ser
respondones.
Es muy
probable que alguno de ustedes pueda estar pensando que el Apóstol Pablo solo
se esté refiriendo a la condición de un esclavo con respecto a su amo. Que un
esclavo no tenía derechos como trabajador y tenía que someterse de manera total
a la voluntad de quien lo había comprado. Y un tanto tiene razón quien pudiera
pensar de esta forma, pues en aquel entonces, hay que recordar que los romanos
eran los que gobernaban a los hebreos. La ley romana era la que estaba
implementada en todo el territorio de Israel, y como tal tenía que cumplirse al
pie de la letra. Una de esas leyes que recuerdo perfectamente era la pagar
impuestos al César, otra ley era la de tener el deber de llevar la carga de
cualquier ciudadano romano por una milla, una más era la de reconocer a los
gobernantes que imponía la misma Roma en el territorio Israelí. Así es que
todos los hebreos de una u otra forma eran considerados como esclavos ante la
opresión de quien los había conquistado.
Más aun
así, Pablo exhorta a Tito a enseñar el principio de someterse en todo a sus
amos. A saber vivir bajo la autoridad de ellos, a ser agradables como personas
y como trabajadores y a no ser respondones. Es muy difícil tener estas
características como trabajador hoy en día, pero también lo fue para los
hebreos de ese entonces. Estoy seguro que no es fácil obedecer y ser un gran trabajador con quien te oprime y te
trata como un esclavo, pero a pesar de eso, fueron desafiados a dar buen
testimonio como personas, como ciudadanos y como trabajadores.
En nuestros
días, no estamos en la condición de esclavos, pero la mayoría somos
trabajadores de alguna empresa, escuela, gobierno, tienda departamental, etc.,
lo cual nos debe de concientizar que las características que Tito escribe para
la gente de su época, debiesen ser también las nuestras para ser aplicadas en
la condición de trabajadores. Como cristianos debemos de ser honestos en las
actividades que tengan que ver con lo que nos encomiendan nuestros jefes,
directores o amos. Ningún patrón debe de quejarse de algún trabajador que es
identificado como cristiano. Como trabajadores debemos saber respetar los
horarios y los estatutos que se nos marcan dentro del lugar en donde prestamos
nuestros servicios. No somos de los respondones ni de los que andan cometiendo
actos de rebeldía hacia quienes nos presiden en el trabajo. Tampoco somos
identificados como flojos o haraganes que pierden el tiempo sin producir lo que
nos piden que hagamos. Contrario a esto, debemos de ser el prototipo de siervos
que hacen y cumplen de manera satisfactoria con su chamba. Somos de los que llegamos con gusto a nuestras
actividades y las realizamos con amor y con una sonrisa para atender con
amabilidad a nuestros compañeros y a las personas que soliciten nuestro
servicio. Entendemos como conocedores de la Palabra que aunque nuestro patrón
no sea honrado, nosotros debemos serlo, pues es la manera de dar testimonio de
lo que somos. Y por último, estamos conscientes de que ser honestos en nuestro
trabajo, es dar lo mejor de uno mismo. ¿no crees que vale la pena ser identificado
como un excelente trabajador?
CONCLUSIONES
Ora
como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.
Siempre
que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida
a aprender cómo se hace.
Una
máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna
máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario
La
recompensa al trabajo bien hecho, es la oportunidad de hacer más trabajo mejor
hecho.
REFLEXION
1. Ser honrado
en mi trabajo habla bien de mi persona, ¿te consideras un excelente
trabajador?
2. Un buen
trabajador es aquel que sabe vivir bajo autoridad, sabe ser agradable como persona y no es un respondón, ¿son estas cualidades las que te identifican como
trabajador?
3. El trabajador
que es cristiano no es identificado como
un flojos o haragán que pierden el tiempo sin producir lo que se les pide hacer, ¿eres identificado como un trabajador diligente? ¿cumples de
manera honrada y eficaz lo que te encomiendan en tu trabajo?
4. Estamos conscientes de que ser honestos
en nuestro trabajo, es dar lo mejor de uno mismo, ¿será este tu desafío en tu
diario vivir como trabajador?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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