Estando bien con los demás
Efesios 4:26b-27
No
dejen que el sol se ponga estando aún enojados, ni den cabida al diablo.
Regularmente este pasaje se
comparte para que se aplicado en la vida de los matrimonios, y naturalmente que
es todo un desafío aplicarlo de manera cotidiana en la vida conyugal. El
consejo es claro y preciso: no estar enojados con tu espos@ al terminar el día.
Pero creo firmemente que este pasaje
no solo debe de ajustarse a la relación matrimonial, sino también a todo la esfera de personas con las que
convivimos diariamente: compañeros de trabajo y de escuela, hijos, miembros de
nuestras iglesia, vecinos, etc., yo creo que este texto debiese ser un código
de ética para todos y cada uno de nosotros en nuestro trato y relación con los
demás. A veces pasamos por alto la importancia que tiene el hecho de estar en
paz con la gente con la que convivimos, que cualquier tipo de enojo debe de ser
desechado al termino del día, que si hubo roces o diferencias con alguien, se
debe de tener la osadía de ir y ponernos a cuentas con esa persona.
Una
historia muy triste ocurrió en París. Ante la muerte de su hermano, una señora
invitó a su hijo para que fuera al funeral. Al no recibir ninguna respuesta, esta
mujer asumió que su hijo todavía estaba enojado con ella por un pleito familiar
ocurrido algún tiempo atrás.
Grande,
y dolorosa, fue su sorpresa cuando, al salir del cementerio, descubrió que su
hijo yacía enterrado en ese mismo cementerio. Esta es una historia
verdaderamente conmovedora, especialmente cuando el capítulo final podría haber
sido diferente si madre e hijo hubieran sabido lo que el versículo central de
nuestro devocional nos enseña.
Cada
vez que leemos y oramos el pasaje que es conocido como el Padre nuestro,
decimos: perdónanos el mal que hacemos, como también
nosotros perdonamos a quienes nos hacen mal, pero, ¿será que estas palabras son realmente
practicadas por la gente… todo el tiempo… con todos… especialmente con quienes
nos han hecho algo daño o con quien nos enojamos durante el día?
Comparto
algunos principios que serán de ayuda en el momento en el que tengamos que
hacer la paces, pedir perdón o restablecer alguna relación con alguien más:
·
El
respeto y consideración por el otro.-
esto abrirá la oportunidad para restaurar la relación. No podremos aquietar la
ira en otros si no somos respetuosos para con ellos.
·
Ponerse
en el lugar del otro e intentar comprender lo que le sucede.- muchas relaciones sufren deterioro por
detalles insignificantes. La comprensión es vital para poner alto al enojo.
·
Mantener
una actitud positiva.- esto
ayudará en gran manera para poder echar abajo cualquier malestar y dar paso a
la comunicación y al deseo de terminar bien el día en un ambiente de paz y
cordialidad.
·
Expresar
lo que queremos y sentimos de forma directa.- Está bien expresar las razones de nuestro enojo, pero debemos de procurar dañar a los demás con nuestras palabras y
hechos.
CONCLUSIONES
Jesús
murió para ganar el perdón de todos y, en agradecimiento, devoción, y
obediencia a Él, debemos nosotros también perdonar a los demás.
Hacer
que el sol no se ponga sobre nuestro enojo, es fomentar las buenas relaciones
entre los demás, y permitirnos dormir en paz para descansar.
Toda familia debe tener normas y
pautas para relacionarse, además deben estar presentes el afecto y amor, basado
en el respeto y la confianza.
Cuando una pareja tiene una comunicación basada en la sinceridad, el
respeto y la capacidad de ponerse en el lugar del otro, tienen la oportunidad
de crecer juntos y mantener el vínculo de la paz.
REFLEXION
1.
Estar en paz con los demás nos da la oportunidad de
mantener relaciones saludables con los demás, ¿cómo estás en tu relación con los que te
rodean?
2.
No se ponga el sol sobre vuestro enojo es el desafío
para todos y cada uno de nosotros en
nuestras relaciones de convivencia con los demás, ¿aplicas este principio en tu vida?
3.
Perdónanos nuestras ofensas, como nosotros también
perdonamos a los que nos ofenden, ¿es una oración
real y vivencial en tu vida?
4.
Enojarnos con el cónyuge, hijos, familiares,
vecinos, etc., es dar cabida al diablo, ¿sueles reprender al enemigo teniendo autoridad a través
de estar bien con tus semejantes?
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Pastor Oscar
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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