Ejercitando los músculos de la fe

      Mateo 7:11
       Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padres que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!

            Alguien ha dicho que la fe es como los músculos de nuestro cuerpo, debemos de ejercitarlos para que se fortalezcan y sean más fuertes cada día. Un músculo se fortalece cuando lo ejercitamos día con día a través del ejercicio y de una sana alimentación. Entre más ejercitado esté un músculo, más fuerte será para lograr grandes retos o competencias. Pero, ¿cómo logro ejercitar a mi fe? ¿cómo logro que sea fuerte y me ayude en mi vida espiritual para ser más que vencedor? ¿qué debo de hacer para que mi fe trascienda en lo sobrenatural?
            Enséñate a pedir en la voluntad del Eterno.- el texto central nos dice que podemos pedir a nuestro Padre que está en el cielo cosas buenas. Puedo ejercitar mi fe cuando en comunión con Dios puedo hablarle, no solo con la intención de pedirle, sino también con el propósito de alabarle y agradecerle por todas las bondades recibidas en mi vida. Así como los atletas de alto rendimiento, busca esta comunión día con día a las primeras horas de la mañana.
            Enséñate a depender del Poder de Dios.- Jesús dijo que aun siendo malos como padres sabemos dar cosas buenas a nuestros hijos. Yo soy padre de tres bellos hijos, y una de las cosas que yo observo es que ellos aprendieron a tener confianza en mi y en su madre al saber que podían depender en las áreas de sustento, cobijo, vacaciones, estudios, cuidados,  etc., sin ningún problema. Jamás escuché de laguno de ellos expresar la inquietud de estar seguros o no de tener el apoyo de parte de nosotros. Ellos siempre acentuaron el que iban a tener un apoyo incondicional de parte nuestra. Y esta es la misma manera en que Papá Dios quiere que actuemos con él, que jamás dudemos de que Él siempre estará al pendiente de cada uno de nosotros. A mayor dependencia, mayor fortaleza para nuestra fe.
            Enséñate a romper límites.- algo que puede impedir que tu fe sea ejercitada es el estar enjaulado o limitado por ideas o paradigmas que arruinan la intención de ir más allá de lo cotidiano. Una limitante es el miedo, muchos no se atreven a hacer proezas o intentar grandes cosas porque su fe está atada o encerrada. Para ejercitar los músculos y la fe es necesario tener espacio y libertad. Rompe límites y fortalece más tu fe.
            Enséñate a arrebatar las promesas de Dios. El Eterno es cumplidor de sus promesas, pero Él nunca va a concederte una de ellas si no eres capaz de tomarlas para ti, y si no las pides fervientemente. La clave aquí no solo es conocer las promesas a mi favor, sino tomarlas y hacerlas un Rhema en mi propia vida. Los hombres y mujeres que conquistaron reinos y apagaron fuegos del enemigo, fueron aquellos que hicieron una realidad las promesas de Dios en sus propias vidas.
            Enséñate a declarar las cosas que no son como si ya fueran hechas.- Eso es fe, no es estar locos. Es declarar lo que nuestros ojos humanos no alcanzar a mirar, pero que los ojos de la fe pueden ver y sentir. Todos los días son una oportunidad para declarar por fe las cosas que traerán mayor bendición sobre nosotros. Ejercita tu fe declarando la palabra que esperas que se cumpla ahora mismo. Hazlo, estira más el músculo de tu fe aunque duela, el dolor en el músculo es síntoma de que se está fortaleciendo.

            CONCLUSIONES
 La fe es fortalecida en la medida que nos deleitemos en el estudio de la Palabra, en la práctica de la oración y en el servicio cristiano.

La fe es la acción que la ejercita en creer en algo o alguien del cual ya se tiene conocimiento.

El creer más el saber es lo que integra el plan de ejercicio para llegar a tener una fe en una excelente forma que sea capaz de competir en la más difícil carrera en la vida.

Si tu crees que necesitas  que tu fe sea más fortalecida, trata de servir a alguien con entusiasmo.

            REFLEXION
1.     La fe es como los músculos de nuestro cuerpo, debemos de ejercitarlos para que se fortalezcan y sean más fuertes cada día, ¿habitúas ejercitar tu fe cada día?
2.     Entre más ejercitado esté nuestra fe, más fuerte será para lograr cosas sobrenaturales, ¿estás list@ para lograr que tu fe esté más vigorosa?
3.     La disciplina es fundamental para un atleta que saber ejercitarse, ¿optarás por ser más disciplinado y así mantener fortalecidos los músculos de tu fe?

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     Pastor Oscar
     correo: oscarhp07@hotmail.com
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