Ell camino de la perfección


       Salmo 101:2
       Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí

            Podemos acentuar de que ningún ser humano puede llegar al nivel de la perfección por sí mismo o viviendo conforme a las corrientes que el mismo mundo nos ofrece. A veces se puede uno sentir tan impotente ante la idea de ser perfeccionado por la manera en que día con día nos enlodamos de tanta imperfección hallada en nuestro caminar.
            Saber qué hacer, es entender. El rey David sabía leer y meditar en la ley del antiguo Testamento, y sabía que dicha ley de la perfección debía ser un sello en su administración como rey y en su propia vida como esposo y padre. Para David, y naturalmente para cada uno de nosotros, no debe de ser suficiente conocer o saber las verdades que nos pueden perfeccionar, se debe al igual que él, tener formas de práctica para introducir esa verdad en cada decisión y en cada acción que se tenga en nuestro diario vivir.
            David comprendió que dicha madurez espiritual, (así es como yo defino a la perfección), no puede darse en el vínculo personal sin la ayuda de nuestro Dios. Los errores más garrafales de este rey fueron cuando se distrajo y cuando no atendió al consejo divino. Entendió pues, que solo podía vivir en perfección y santidad permitiendo que la Presencia del Todopoderoso habitara plenamente en su ser.
            ¿Tu compromiso con la perfección afecta tus hábitos de lectura y de lo que lees? ¿de ver televisión? ¿de pasar tanto tiempo en redes sociales? ¿del tipo de personas con las que convives? ¿de cumplir con tu trabajo? ¿de ocupar sanamente tus tiempos de descanso? Para David fue vital comprender que estar en el camino de la perfección no era de una sola vez u ocasionalmente, sino una búsqueda diaria y constante de la Presencia del Señor y de su Palabra. No podemos entender el camino de la perfección con una vida tan alejada de Dios, de sus Escrituras y de su obra, o de estar distraídos en todo aquello que el enemigo te ofrece para contaminar tu conducta intachable.
            Necesitamos tomar los ejemplos de un Abraham que fue llamado el amigo de Dios y el padre de la fe, porque supo mantenerse en el camino de la perfección. O de un Enoc, que la Biblia lo describe como el hombre que supo caminar con Dios1. O de un Moisés que su estancia en el Tabernáculo de reunión era consistente para buscar el rostro de Dios y perfeccionarse en Él. Tu y yo no podremos andar en el camino de la perfección si no tomamos una seria decisión de hacer que nuestros pies sean lavados por la Sangre de Jesús de manera cotidiana y de que nuestra voluntad esté rendida ante Su Majestad. Queda claro pues, de que llegamos a entender el camino de la perfección cuando la plenitud de la Presencia de Dios está en uno. Yo podría pedir muchas cosas buenas para ti, pero prefiero suplicar la Presencia de Dios en tu vida, así sabré que estarás caminando en la senda de la perfección.

CONCLUSION
  • Ser perfecto es ser diferente y menor que la perfección ideal.
  • Gesenius es la raíz hebrea de perfección, esta palabra se usa para indicar sencillez de mente, que es lo opuesto a la intención mala y enfermiza.
  • La palabra hebrea que se traduce como perfecto en Job 1:1, no significa sin pecado, si no se usa para describir a una persona que estaba intentando seguir los mandamientos de Dios con todas sus fuerzas.
  • 2 Corintios 13:11 el apóstol Pablo nos exhorta a tener gozo, perfeccionarnos, consolarnos, sed de un mismo sentir, y vivir en paz; y el Dios de paz y de amor estará con nosotros.


REFLEXION
  1. Podemos acentuar de que ningún ser humano puede llegar al nivel de la perfección por sí mismo, ¿buscas ser perfeccionado por la Presencia de Dios en tu vida?
  2. La ley de la perfección debe de ser un sello en nuestras vidas, ¿consideras que la perfección es anhelada en tu diario vivir?
  3. Job fue identificado como un hombre perfecto, no sin pecado, pero que siempre intentó obedecer los mandamientos de Dios con todo su ser, ¿al igual que Job buscas perfeccionarte a través de la obediencia de la Palabra?
  4. Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí, ¿será este tu desafío para determinar ser perfecto?

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      Pastor Oscar
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