Dando identidad


1 Pedro 2:9  
         Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.

       Los que tenemos la dicha de ser padres, Dios ha colocado en cada uno de nosotros la responsabilidad para con ellos de inculcarles confianza, autoestima y seguridad. Si como padres no ayudamos a nuestros hijos a descubrir quiénes son, alguien más se los querrá decir. De hecho, considero que una de las labores a las que más pone énfasis el enemigo, es la de robar y destruir la identidad de nuestros hijos. Cuando un hijo no logra descubrir su identidad, va a tener serios problemas en su existencia. Estos se pueden dar en una notada rebeldía, en no saber vivir bajo autoridad, en desvíos sexuales, en pandillerismo, drogadicción, alcoholismo y con ideas equivocadas hacia Dios y hacia la vida misma.

     Una de las tareas más importantes como padres es la de ayudar a los hijos a que lleguen a tener la identidad que Dios les ha dado. La Palabra nos exhorta: Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”1. Pero los hijos necesitan más que saber de Dios y de sus normas. Requieren ver a unos padres que son modelos de vida, que desarrollan valores y principios marcados en la Palabra de Dios para que ellos puedan imitarlos. Unos padres ausentes de la vida de sus hijos, jamás podrán dar identidad, sea la razón por la que se aparten de la vida de ellos

      Las palabras de un padre y de una madre son vitales para la afirmación de la personalidad de los descendientes. Si no lo has hecho, quizás quieras decirle a tus hijos: tienes todo lo que te hace falta en mi. No hay nada que no puedas hacer. Mamá y papá te apoyan. Estamos orgullosos de ti. Creemos en ti. Estás destinado a lograr grandes cosas. Nada es más importante para nosotros como tus padres, que tú…y si le agregas un gran abrazo, una caricia, un beso y le pones atención para escuchar a cada uno de tus hijos…estarás edificando cosas de identidad que quedarán marcadas en la vida de ellos.
       Cuando Moisés nació, el faraón egipcio decretó que todos los niños menores de dos años debían ser asesinados. En lugar de aceptar este mandato absurdo y diabólico, la madre de Moisés lo escondió. Así que lo puso en una canasta y la echó a flotar sobre el río Nilo. Una de las hijas de faraón encontró al bebé y lo adoptó. A pesar de que su propia madre fue su nodriza, Moisés no tuvo un padre que pronunciara bendiciones sobre su vida.
      Pasaron muchos años, hasta que Dios tuvo un encuentro personal con Moisés diciéndole: “te elijo para que liberes al pueblo de Israel”. Ante esto, no es de extrañarse que Moisés le haya contestado: ¿quién soy yo?
     Cuando no les decimos a nuestros hijos quiénes son y no trabajamos a través de nuestra atención, formación y caricias en su identidad, esto hará que luego tengan dificultades con su personalidad, con lo que son y con lo que pueden llegar a ser.

CONCLUSION
  • Pronuncia palabras de bendición en la vida de tus hijos.
  • Declara victoria sobre sus vidas.
  • Ellos necesitan que los animes y que les muestres tu aprobación.
  • Nunca olvides que una palabra de afirmación sumado a un gesto de amor y una caricia, los marcará como un sello de bendición de parte de sus padres.
  • Lleva a tus hijos, si todavía no lo logras, a tener también la identidad de ser un hijo o una hija del Dios Altísimo.


REFLEXION
  1. Dios ha colocado en cada uno de los padres la responsabilidad para con sus hijos de inculcarles confianza, autoestima y seguridad, ¿cómo padre llevas a cabo esta tarea?
  2. Si como padres no ayudamos a nuestros hijos a descubrir quiénes son, alguien más se los querrá decir, ¿tomas tiempo para ayudar a tus hijos a descubrir su identidad?
  3. Hay muchos padres que no pronuncian bendiciones sobre la vida de sus hijos, ¿qué es lo que declaras en la existencia de tus hijos? ¿bendices o maldices?
  4. Palabras de amor, caricias y buen ejemplo, es lo que necesita todo hijo para tener una identidad saludable, ¿tomas el desafío de llevar a cabo esto en la vida de tus hijos?


1 Deuteronomio 6:4-6

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Pastor Oscar
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