Relaciones saludables



       Filipenses 2:3
         No hagan nada por egoísmo o por vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como mejores que ustedes. NVI
            Estoy seguro que la mayoría de las personas anhelamos tener sanas relaciones y excelente comunión con nuestros semejantes. Es muy desgastante el tener que lidiar con demasiados conflictos con la gente con la que convivimos de manera cotidiana, o incluso con aquellos que casualmente nos topamos en alguna circunstancia o vivencia en el día. Ante esto comparto brevemente mis comentarios a los  principios que menciona Jhon Maxwwell,  que son de utilidad para mejorar nuestras relaciones con los demás:
            El Principio de la huerta.- todas las relaciones necesitan ser cultivadas. Desde el momento en que se prepara la tierra para sembrar alguna semilla, sumado a esto el regar y abonarla de manera frecuente, nos dará tarde o temprano el nacimiento y el crecimiento de alguna planta que con el tiempo nos ofrecerá algún fruto. Si queremos fomentar mejores relaciones con nuestros semejantes tendremos que aplicar este principio de saber cultivar nuestra comunión con los demás. Necesitamos de cuidados, de tiempo, de convivencia y de abonar con buenas actitudes nuestras relaciones de amistad y compañerismo con otros.
            El Principio del ciento uno por ciento.- Encontremos el uno por ciento en que estemos de acuerdo y demos el cien por ciento de nuestro esfuerzo y comprensión para fomentar sanas relaciones. Este principio nos desafía a entender que es más importante la relación con las personas, que el mismo hecho de estar de acuerdo con ellas o no. Muchas relaciones se rompen o se separan por falta de acuerdos o por un mal entendido en donde ninguna de las partes quiere esforzarse en poner  su cien por ciento para mantener el vínculo de una sana relación. No podemos permitir que el uno por ciento tome ventaja sobre el cien.
            El Principio de la paciencia.- El viaje con otros es más lento que el viaje a solas. Muchos suelen desesperarse cuando otros no caminan a su ritmo. Las grandes relaciones de amistad se fortalecen a través de la paciencia y la tolerancia. La desesperación que es lo opuesto a la paciencia, nos conducirá a no querer invertir en el apoyo y comprensión a quiénes quieren viajar a nuestro lado.
            El Principio de la celebración.- La prueba verdadera de las relaciones no es solo cuán leales somos cuando nos fallan los amigos, sino cuánto nos alegramos al verles triunfar. Qué triste es ver que alguien se aleja de ti cuando te ve avanzar más que él o cuando no tolera el ver que estás teniendo logros significativos en tu vida y ministerio. Este hecho es real en mi propia experiencia, pues desde que empezamos a destacar en el ministerio y a crecer como Iglesia, se empezaron a apartar muchos de mis consiervos, y otros se han dedicado a vertir sus críticas por la manera en que hacemos las cosas en Bethel Comunidad. Todos debiésemos de aprender a festejar el triunfo de los demás y a erradicar la envidia hacia quien avanza mejor que nosotros.
            El Principio del camino alto.- subimos a un nivel más alto cuando tratamos a los demás mejor de lo que ellos nos tratan. Huauu, esta es la prueba suprema para todo aquel que anhela tener relaciones sanas con los demás. Regularmente el ser humano suele decir: yo trato como me tratan; si me saluda, pues lo saludo; si me invita, pues trataré de invitarlo también; si me honra, yo lo honro; si me toma en cuenta, entonces haré lo mismo con él. El pasaje central de nuestro tema nos indica que debemos de tratar a nuestros prójimos como superiores a uno mismo. A saber honrarlos y a darles un trato cordial. A darle lo mejor de nosotros aunque ellos no se lo merezcan. ¡Esto suena formidable! ¿seremos capaces de alcanzarlo?

            CONCLUSIONES

Si somos capaces de aplicar estos principios, entonces nuestras relaciones empezarán a subir a un nuevo nivel.

Todos como seres humanos tenemos la capacidad de desarrollar sanas relaciones con los demás, si esto es una verdad en ti, entonces eres capaz de establecerlas.

El conflicto de los siglos es que el ser humano ha sido su peor enemigo, la razón de ello, es que todos queremos ser tratados de la mejor manera por los demás, en lugar de ser nosotros los que demos el mejor trato a ellos.

Nadie merece tener el mejor de los tratos de sus semejantes, si no ha sido capaz de considerarlos más importantes que él mismo.

            REFLEXION
  • Todas las relaciones necesitan ser cultivadas, ¿cultivas tus relaciones de manera continua u ocasional?
  • Encontremos el uno por ciento en que estamos de acuerdo y demos el cien por ciento de nuestro esfuerzo, ¿puedes encontrar algo en común con tu semejante y darle el cien por ciento de tu esfuerzo?
  • Para la amistad de dos, es necesaria la paciencia de uno, ¿llevas a los demás contigo, así te resulte inconveniente?
  • Para celebrar el logro de los demás es necesario despojarse de toda envidia, ¿no tienes problema en reconocer el éxito de tus colegas, compañeros o consiervos?

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            Pastor Oscar
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