Restauración en los tiempos de Esdras 3



      Esdras 5:2
      Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo de Josadac, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que estaba en Jerusalén; y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban.
         Una aparente avalancha de hostilidad sale al encuentro de los esfuerzos de construcción en la Casa de Dios. Zorobabel, sabiendo que él y sus compatriotas están realizando una tarea de índole divina, rehúsan permitirle “a los enemigos de Judá” (4:1) que les ayuden en el proyecto de construcción. A continuación, surgen acusaciones y acciones legales que detienen el trabajo por 15 largos años. Al fin la ayuda llega con el estímulo del profeta Hageo y Zacarías y una proclamación real de Darío. Con el camino abierto y despejado para un ininterrumpido progreso, la terminación del Templo llega rápidamente y es festejado con una celebración a nivel nacional.
        En la vida nos vamos a encontrar siempre cosas por las cuales intentaremos colocar todas nuestras fuerzas y empeño para lograrlas. Estas pueden ser nuestra salud, la familia, el trabajo, el ministerio, una profesión, una meta importante, etc. Zorobabel nos deja una gran enseñanza al ser valiente para lograr el objetivo de la reconstrucción del Templo en sus tiempos a pesar de la oposición de sus enemigos y que tuvo que aplazar por 15 años el trabajo. También nos deja muy en claro que un trabajo de  vital importancia para ellos y para Dios, no podía intervenir gente que no manifestara un temor reverente hacia la Majestad del Dios Todopoderoso. Su entusiasmo y entrega hace que los cerca de 50 000 miembros que vinieron del cautiverio, sumandose Jesúa hijo de Josadac,  también los sacerdotes y los levitas, se convirtieron como si fueran un solo hombre en el momento de activarse en la obra del Templo en Jerusalén
        Muchas veces tomar la postura por lo que crees, no suele ser fácil en ocasiones, y a la vez suele también ser un tanto doloroso. Pero esto es frecuentemente necesario si la obra de Dios tiene que hacerse a la manera de Dios. En lo personal no creo que las cosas en Dios sean fáciles de hacer y lograr. Es por ello, que él siempre nos desafía a ser esforzados y valientes. A permanecer en Su palabra y a vivir en una intensa comunión con su Espíritu Santo. No entender la manera en que obra nuestro Dios, es llegar a tener frustración y en muchas ocasiones a abandonar el proyecto sin llegar a su fin.
      A pesar de la oposición, del retraso en el tiempo, de los diversos factores que se antepusieron en el camino, del desgaste físico y espiritual, de los que no quisieron colaborar, de la misma envidia de sus enemigos, etc., el proyecto de reconstrucción se logró gracias a que la mano del Señor estuvo en medio de ellos para ayudarles y fortalecerles, pero también se alcanzó el fin porque hubo gente con Convicción, Compromiso y Carácter para llevar a cabo la obra. Es este tipo de gente la que necesita toda institución, empresa, Iglesia y gobierno para alcanzar logros significativos que ayuden a una transformación de toda una nación. Ser alguien que se resiste o se muestra no como un aliado , sino como un enemigo de la Obra, crea estragos y retrasos en el cumplimiento de la misión a la institución o pueblo al que pertenece. Por tal razón, todos y cada uno de nosotros somos llamados  a ser parte del equipo de Dios que es capaz de trabajar como un solo hombre y glorificar Su nombre cuando hacemos que las cosas sucedan a través de nuestra unidad y obediencia.

      CONCLUSION
     ¿Qué representó para Israel el reconstruir la Casa de Dios en Jerusalén?

La Biblia nos narra que era en el Templo donde los sacerdotes se encontraban con Jehová y él les hablaba, les hacía saber sus deseos y sus planes.

Entre todas las ciudades de Israel,  Jerusalén fue la escogida por Dios para que se construyera su templo. Dios mismo le dijo a David, su siervo: "Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo, no había escogido yo ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para que en ella se construyera un templo donde residiera mi nombre, … pero escogí a Jerusalén para que mi nombre resida allí… (2 Crónicas 6:5-6).

El Templo en Jerusalén era el lugar de reunión en donde todos los hebreos acudían en días y fiestas especiales. Al ser reconstruido, la adoración al Dios vivo y verdadero se restauraría una vez más.

Actualmente no está construido el templo de Dios en Jerusalén, en lugar suyo está una mezquita musulmana. Para los hebreos es uno de sus más grandes desafíos volver a reconstruir su Templo en el monte Moriah, este hecho sin duda alguna tiene que ver con una de las señales más claras antes de la Segunda venida de Cristo.

       REFLEXION
  •  Reedificar la Casa de Dios era el comienzo de un avivamiento espiritual para todo Israel, ¿cuál es la condición de tu vida espiritual? ¿está avivada o en un estado de descuido y abandono?
  • Zorobabel nos enseña que a pesar de las circunstancias en contra fue persistente para vencerlas y cumplir con la encomienda de la reconstrucción del templo, ¿te caracterizas por buscar de Dios y hacer lo que Él te manda de manera constante?
  • Convicción, compromiso y carácter son esenciales en la gente que trasciende para lograr grandes cosas, ¿son tus cualidades en tu vida también?
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        Pastor Oscar
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