Las llaves de nuestra autoridad



         Mateo 28:
         Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto vayan y hagan discípulos a todas las naciones…”

        Me gusta enfatizar que la obra de Cristo consistió en establecer las Obras de Dios para salvación y destruir las obras de Satanás. El diablo vino para robar, matar y destruir; Jesús vino para darnos vida y vida en abundancia. 1 Juan 3:8 nos dice: “el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios (Jesucristo) fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo”
        En el principio Satanás no fue al huerto del edén a tomar posesión de la autoridad de Adán y Eva de forma violenta ¡no podía hacerlo! ¿por qué? Porque sencillamente no tenía dominio allí. Dios se lo había dado al hombre para que gobernase y enseñorearse de lo existente en el huerto. En otras palabras, Dios colocó en manos del hombre las llaves del dominio sobre el planeta. El diablo tuvo que armar su estrategia para tomar dicha autoridad con el consentimiento de quien tenía las llaves: Adán y Eva. Al tener éxito su plan, el diablo tuvo autoridad para matar, robar y destruir la posición del hombre delante de Dios. La humanidad perdió su autoridad para gobernar cuando obedeció a la voz del enemigo e hizo caso omiso a la voz de Dios. Por este simple acto, el ser humano se convirtió en esclavo de Satanás, de ser el que tenía la autoridad para gobernar, en ser parte del botín del enemigo.
       El plan de Dios para que el hombre gobernara nunca se canceló. Jesús vino a la tierra para llevar el castigo del pecado del hombre y a recuperar lo que se había perdido. Lucas 19:19 dice: “porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” Jesús vino a recuperar el estado de la humanidad delante de Dios y la autoridad que perdió en el Edén por causa de la desobediencia.
         Ahora Cristo ha recuperado ambas cosas y nos manda a ejercer dicha autoridad y a ir a rescatar a los hombres que están en pecado a través del evangelio, tal como lo expresó el apóstol Pablo: “a la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles”
      El plan original nunca se canceló, se restauró una vez y para siempre en la muerte, resurrección y ascensión del Señor Jesús. El enemigo no puede tener autoridad sobre tu vida y familia, a menos que tú se la concedas a través de un estilo de vida en pecado. Jesucristo recuperó el poder que se le había otorgado al diablo desde el Edén y te lo ofrece a ti para que puedas vencer toda obra del enemigo en tu existencia.
       Nacimos para gobernar –sobre la creación y sobre la potestad del enemigo-, para saquear el infierno y establecer el gobierno de Jesús dondequiera que vayamos y prediquemos el evangelio de Salvación. El cielo puede tocar la tierra en situaciones imposibles a través de un pueblo que ha recibido el poder de lo alto y que ha aprendido a no comprometerlo otra vez y manifestarlo a través de su estilo de vivir.

         CONCLUSIONES

Nos fueron dadas las llaves del Reino (Mateo 16:19), esto implica el tener la autoridad para aplastar a todos los poderes del infierno.

Este principio tiene su aplicación única en la frase: “llave de David” (Ap. 3:7). El diccionario Bíblico Unger dice al respecto: “el poder de las llaves consistía no solo en supervisar las cámaras reales, sino también en decidir quién podía ser recibido en la presencia del rey, y quién no.

Todo lo que es del Padre nos pertenece por los méritos de Jesucristo. Todo su tesoro de recursos, sus cámaras reales, están a nuestra disposición para que cumplamos con su llamado y encomienda.

Fue una llave que le costó mucho a Jesús comprar. Ahora está a nuestro alcance para darle realce en su Poder y en nuestra vida como ciudadanos de Su Reino. Ese precio se hará sentir desde ahora y hasta la eternidad.

       REFLEXION
  • El diablo vino para robar, matar y destruir, ¿le has dado autoridad a Satanás en tu forma de vivir? ¿su potestad impera en tu vida por causa del pecado?
  • Jesús vino para darnos vida y vida en abundancia, ¿vives en plenitud a través de los méritos del Señor Jesús en tu vida? ¿está restaurada tu condición espiritual delante de Dios?
  • Adán y Eva perdieron las llaves de la autoridad por causa de su desobediencia, ¿quién tiene las llaves de la autoridad en tu vida?
  • En el sacrificio de Jesucristo recuperó las llaves de David que un día perdió Adán, y ahora a través de él podemos recuperar la autoridad para gobernar y no ser gobernados por las potestades del mal, ¿esas llaves están en tus manos? ¿ejerces tal autoridad en tu manera de vivir?
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            Pastor Oscar
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