La unción del Espíritu Santo


      Hechos 1:8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra

       La palabra unción significa “untar”. El Espíritu Santo es el aceite de Dios que fue untado sobre Jesús en el día en que fue bautizado: Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.  Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Mateo 3:16-17. Jesús vino al mundo y tuvo como tal una vida terrenal con limitaciones humanas. Alguien ha dicho que Jesús en la tierra era 100% Dios y 100% humano. Tuvo que dejar de lado su divinidad para cumplir la tarea que le había encomendado el Padre Celestial, y eso solo se iba a lograr siendo un hombre, pero sin pecado para luego morir en lugar de la humanidad por el pecado. Sin sacrificio y derramamiento de sangre, era imposible ofrecer una redención  al mundo para salvarlo de su maldad.
        La unción que Jesús recibió fue ese “dinamus o poder” necesario por parte del Padre para hacer posible que viviera más allá de las limitaciones que un ser normal pudiese tener en esta tierra. La unción del Espíritu Santo en la vida del señor Jesús le permitió: revelar el ámbito del Padre, realizar cosas sobrenaturales, destruir las obras del enemigo, milagros, proezas y predicar para establecer el Reino de Dios a través de su sacrificio.
       Para cumplir su misión, el Señor Jesús necesitaba al Espíritu Santo. La necesidad y dependencia hacia el Espíritu Santo por parte del Jesucristo, debiese ser nuestra propia necesidad para llevar a cabo la encomienda que nuestro Dios ha dado a cada uno de nosotros de manera particular. Naturalmente que la Unción tiene propósito, en Jesús lo tuvo, por lo tanto, debe tenerlo también en aquellos que anhelan portar de esta unción en sus vidas. La unción en nuestras vidas y ministerios produce resultados sobrenaturales.
        Por muchos años yo pasé solo con un conocimiento bíblico acerca de ese “poder o unción” del Espíritu Santo. Solo lo conocía por letra, pero no de manera vivencial. Tenía hasta ese entonces un ministerio que se desarrollaba más por mis capacidades y conocimientos, que por el Poder del Espíritu Santo. Hasta que un día, entendí como lo he dicho antes de que el Espíritu Santo no es algo, sino alguien. Empecé a inquietarme y a buscar de esa unción cada día. Yo clamaba por eso que había escuchado que existía en la vida de muchos siervos de Dios y que yo no había tomado la decisión de buscarlo. Fue tanta mi insistencia y búsqueda, que hace cerca de 10 años vino a mi vida y ministerio esa unción maravillosa del Espíritu Santo. Ahora puedo testificar no solo a la letra, sino también por experiencia propia de la manera en que el Espíritu Santo se mueve de manera sorprendente en nuestras vidas e iglesia que presidimos. Vemos milagros, hacemos proezas en su poder, un asombroso revestimiento de esa unción sobre su Iglesia para llevar a cabo nuestra encomienda de predicar el evangelio y el de hacer discípulos, enfermos sanan, la gente oprimida por satanás es liberada, hay vida y crecimiento en medio de nosotros, estamos extendiendo nuestras cuerdas…ya no es nuestra capacidad en lo humano, es su poder actuando en y sobre nosotros. Si solo conoces al Espíritu Santo en la letra, te animo a que lo empieces a buscar de manera personal y experimentar su llenura para que en lo sobrenatural tu vida y ministerio tenga la perspectiva que tuvo también el Señor Jesucristo.

       CONCLUSIONES
Fue la Unción del Espíritu Santo en el señor Jesús la que hizo posible que el cielo tocara la tierra para redimir al hombre pecador a través de Su Sacrificio.

Fue el ministerio con el Poder del Espíritu Santo el que hizo que los discípulos de Jesús abandonaran todo para seguirlo y para continuar predicando el evangelio de salvación al mundo entero.

La unción del Espíritu Santo cambiaba para siempre las vidas de los que reconocían al Señor Jesús como su Señor y Salvador; pero también era el ministerio con el Poder del Espíritu Santo el que ofendía de gran manera y que nunca reconocieron los orgullosos y religiosos, mismos que  crucificaron a Jesús.

Hoy la unción sigue siendo tema de discusión para muchos, mientras que para otros es nuestra pasión para seguir haciendo la Voluntad del Padre en nuestras vidas y ministerios.

       REFLEXION
  • Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, ¿ya recibiste ese poder en tu vida?
  • El Espíritu Santo es alguien, no es algo, ¿conoces al Espíritu Santo de manera vivencial o solo a la letra?
  • Para cumplir su misión, el Señor Jesús necesitaba al Espíritu Santo, ¿necesitas de la Unción del Espíritu Santo para cumplir con la encomienda de Dios en tu vida?
  • Desde época remota muchos se han dedicado a criticar o a cuestionar la unción del Espíritu Santo, situación que no les ha permitido experimentar su llenura, ¿estás list@ para buscar de la Unción del Espíritu Santo si todavía no la has recibido? ¿te gustaría ser lleno y recibir de su Poder y bautismo?
            ___________________________________________________________
            Pastor Oscar
            Invitaciones llamar al 017351525825 o escribe al correo: oscarhp07@hotmail.com



Comentarios

Entradas populares de este blog

Somos deseables para Dios

Las consecuencias de vivir en la carne

Vestíos de amor