Conociendo nuestro porpósito
Juan
5:30
No
puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo,
porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
Es hermoso entender que el Señor
Jesucristo tuvo en claro el propósito por el cuál había dejado su trono de
Gloria para venir a la tierra; “hacer las obras del Padre y destruir las obras
del diablo”. Esto hizo que él siempre estuviera motivado por una pasión
superior a cualquier otra cosa que no fuera la de agradar al Padre Celestial.
Sus prioridades comenzaron a
develarse mucho antes de que iniciara su ministerio. Cuando tenía doce años, María
y José se dieron cuenta de que Jesús no estaba con ellos al regresar de la
fiesta en Jerusalén, ante ello, se regresaron a buscarlo. Te puedes imaginar lo
que pasaba por la mente de estos padres al perder de vista a su hijo por tres
días? Finalmente lo encontraron en el templo, Jesús estaba comentando las
Escrituras en medio de muchos adultos. Al parecer Jesús no estaba conmovido o
preocupado por el hecho de que sus padres estuvieran angustiados al estarlo buscando.
Al encontrarlo no escucharon una disculpa por parte de él, ninguna explicación,
solo una declaración que dejaba en claro sus prioridades: “¿no sabíais que en los negocios de mi Padre me
es necesario estar”? Ésta era la primera ocasión en
que el Señor Jesús revelaba su propósito de vida y ministerio. Aun en su
juventud, Jesús no parecía preocupado por la posibilidad de ofender a alguien
por obedecer al Padre Celestial. Es increíble meditar que las únicas palabras que
se registran de él en su adolescencia y juventud fueron acerca de su propósito
y llamado. Obedecer al Padre era su único deseo. Esta declaración fue poderosa
e inconmovible que se arraigaron en él toda su vida. Luego, siendo adulto,
Jesús confesó que obedecer al Padre continuaba siendo su prioridad: “mi alimento es hacer la voluntad del que me
envió” Juan 4:34
Aquí, Jesús no tenía la aceptación ni la credibilidad de nadie, hasta
ahora, no había compartido ningún mensaje conmovedor, ninguna sanidad, ni agua
convertida en vino, ni muertos resucitados, ni demonios expulsados. Simplemente
era un muchacho de doce años cuyas prioridades eran diferentes a los demás
adolescentes de su época. Dieciocho años más tarde, al comenzar su ministerio
encontramos al Señor Jesucristo enseñando a sus discípulos lo que había tratado
de enseñar a su mamá y a su papá terrenal acerca de sus prioridad con el Padre
Celestial.
He observado que a nuestros alumnos
del nivel de secundaria, a través de los servicios de apoyo y tutores, se les
ayuda a establecer algo que se llama “proyecto de vida”. Este es un trabajo en
donde cada educando debe de estampar lo que quiere ser en la vida y la manera
en cómo puede llegar a lograrlo. La finalidad de este proyecto de vida es hacer
que el adolescente tenga un plan y propósito a seguir en su diario vivir, de
tal manera que no existan motivos que lo lleven a fracasar en su intento de
llegar a ser alguien en la existencia misma. Cuando no sabemos el propósito por
el cual existimos en este mundo, nos va a ser fácil hacer cualquier cosa de
nuestra vida, o involucrarnos en algo que no nos ayude a alcanzar metas
importantes, o a incurrir en faltas que nos llevaran al fracaso mismo, a no
tener estabilidad en nuestras decisiones y sentimientos, a o tener un sueño o
meta a alcanzar, a estar confundidos o frustrados por la vida que desarrollan.
CONCLUSIONES
Jesús es un claro ejemplo
de alguien que tuvo bien en claro el propósito y llamado en Dios.
Cuando tenemos convicción y
claridad en lo que Dios quiere hacer de nosotros, no tendremos problema alguno
en llegar a lograrlo…solo tenemos que estar seguros de esa razón y trabajar
para llevarla a cabo en nuestras vidas.
El proyecto de vida que
está basado en la voluntad de Dios, hará que cualquier ser humano alcance su
Máximo Potencial en esta vida y se sienta satisfecho de haber cumplido con la
voluntad de quien le dio la vida.
MI alimento es hacer la
Voluntad de quien me ha enviado…Nunca cesó el Señor Jesús hasta no ver cumplido
su propósito…Cuando dijo en la cruz del calvario: “consumado es”: dio a
entender que aquello que le fue encomendado se había llevado acabo de principio
a fin.
REFLEXION
- Es hermoso entender que el Señor Jesucristo tuvo en claro el propósito por el cuál había dejado su trono de Gloria para venir a la tierra, ¿Tú tienes en claro cuál es el propósito de Dios en tu vida?
- Hacer la voluntad del que me envió estaba tan definido en la persona del Señor Jesús que fue cumplido de manera eficaz en su vida, ¿es este el propósito también en tu existencia? ¿buscas hacer la voluntad del Padre todos los días?
- Es increíble meditar que las únicas palabras que se registran de Jesús en su adolescencia y juventud fueron acerca de su propósito y llamado; ¿tienes un proyecto de vida? ¿tus hij@s tienen en claro un proyecto de vida en donde Dios sea su prioridad?
- Cuando no sabemos el propósito por el cual existimos en este mundo, nos va a ser fácil hacer cualquier cosa de nuestra vida, ¿tomas el desafío de vincular tu vida con la Voluntad del Padre Celestial?
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Pastor Oscar
Tel. 017351525825
Correo: oscarhp07@hotmail.com
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